Aprisionada por la espuma
Poema publicado el 10 de Noviembre de 2008
I
Aprisionada en cárceles de espuma,
en la medida de tu cuerpo,
no veo pasar la noche,
sólo veo el dÃa
que entra por tus axilas transparentes
y te desnuda.
Veo, amor mÃo,
el lecho donde estamos
y compartimos
las dádivas,
los cielos...
Todo lo que nos negó y afirmó como lo que somos:
mil años de alegrÃa corporal
y materia sin sombra
y palabras
que se dicen diurnamente porque vienen del aire
y hay que oÃrlas y decirlas
a través de los árboles
y en lo que no se escribe porque aún no se inventa su
nombre;
porque su júbilo
todavÃa no ha sido descubierto
y las flores de su alrededor
aún no son cosas del viento
(aún no han ido a un invierno ni regresado a la primavera).
II
Voy a tu cuerpo igual que ir a los rÃos,
igual que van los rÃos a los pájaros
y ellos al espacio desatado y florido.
Vengo de ti a la era
donde todo es de todos:
los que llegan, los que se han ido,
los que aún no han venido,
los que no volverán...
Porque eso es tu cuerpo:
un adentro, un afuera compartido
por mà y por el viento,
por el mar y los seres que lo guardan;
por el color y las embestidas del otoño,
y las andanzas del verano
¡que viste cosas silvestres
y es custodio de las abejas
y funde las hierbas en un crisol matutino,
en una prolongación de azucenas.
Poema publicado el 10 de Noviembre de 2008
I
Aprisionada en cárceles de espuma,
en la medida de tu cuerpo,
no veo pasar la noche,
sólo veo el dÃa
que entra por tus axilas transparentes
y te desnuda.
Veo, amor mÃo,
el lecho donde estamos
y compartimos
las dádivas,
los cielos...
Todo lo que nos negó y afirmó como lo que somos:
mil años de alegrÃa corporal
y materia sin sombra
y palabras
que se dicen diurnamente porque vienen del aire
y hay que oÃrlas y decirlas
a través de los árboles
y en lo que no se escribe porque aún no se inventa su
nombre;
porque su júbilo
todavÃa no ha sido descubierto
y las flores de su alrededor
aún no son cosas del viento
(aún no han ido a un invierno ni regresado a la primavera).
II
Voy a tu cuerpo igual que ir a los rÃos,
igual que van los rÃos a los pájaros
y ellos al espacio desatado y florido.
Vengo de ti a la era
donde todo es de todos:
los que llegan, los que se han ido,
los que aún no han venido,
los que no volverán...
Porque eso es tu cuerpo:
un adentro, un afuera compartido
por mà y por el viento,
por el mar y los seres que lo guardan;
por el color y las embestidas del otoño,
y las andanzas del verano
¡que viste cosas silvestres
y es custodio de las abejas
y funde las hierbas en un crisol matutino,
en una prolongación de azucenas.
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Amor
Amistad
Familia
Poemas de Cumpleaños
Poemas de San ValentÃn o
DÃa de los Enamorados
Poemas del DÃa de la Mujer
Poemas del DÃa de las Madres
Poemas del DÃa de los Padres
Poemas de Navidad
Poemas de Halloween
Infantiles
Perdón
Religiosos
Tristeza y Dolor
Desamor
Otra CategorÃa
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