Un joven no tan joven, que gusta de las cosas simples como el silencio de una noche estrellada o la música que emite la lluvia sobre el techo de mi casa, mientras continúo durmiendo.
Nací en el momento que creí en el Invisible, cuando la fe tiró de mi mano y ciegamente le seguí, entendiendo que era Dios que me daba vida y no mi humanidad pues estaba fallecida.
¿Te gustan los poemas de este autor?
Ayuda a dar a conocer su obra:
Ayuda a dar a conocer su obra: