Maldito
Poema publicado el 12 de Enero de 2014
Malditos, los herederos de Edén.
Malditos todos, los hijos de Eva,
Maldito, el silbido de las balas
Y el ronco estruendo de la centella.
Malditos, los que siembran espadas
Y solo cosechan violencia.
Malditos los hijos de la parca,
Y los padres de la decadencia.
Maldito, el verdugo que ejecuta
Y los jueces que sentencian
La mano que enlaza el cordel
A la garganta que lo aprieta.
Maldito, el que clama justicia
En el desierto de la miseria,
Que todos los quince de abriles
Tocarán clarines de guerra.
A la paz del pueblo bravo
Cantaron fuertes sus aleyas
Que no bajaron del monte
A consumar sus arrecheras
Como al pueblo subieron
Los pastores y sus ovejas,
Henchidos de odio y sangre
Regurgitando su pestilencia.
Malditos, los elegidos del mundo
Que redimen los pobres de la tierra
Llenando el cuerno de la abundancia
Hasta que no haya más carencia.
Malditos los que dieron nada
Y los que todo se lo llevan
Bajo la destreza de la mentira
Hicieron del engaño su destreza.
Malditos también, los pobres
Que han llenado su despensa
Con el grano estéril del olvido
Olvidaron hambres y penas.
Olvidaste que eras pobre
Y quien fundó tu pobreza,
Que el yugo que arrastrabas
Vuelve cada vez con mas fuerza..
Malditos, los pobres de éxodo
Sin patria y sin leyenda
Y es de bien y agradecido
Que vinisteis en “huyendas”
De aquel baldío terruño
Céltico pueblo de iberias
Que es justicia y no puedo
Por franco dar más señas,
Fuiste ahogado en suspiros
Asida a la mano tu maleta
Como se mueren los recuerdos
También se ahogó tu tristeza.
Malditos los pobres del tiempo
De las esperanzas y experiencias
Que no es sabio el que olvida
Sino el que todo lo recuerda.
Olvidaste algún día pasado
De tu pasada descendencia
Que huérfano de mar y cielo
Te adoptaron ocho estrellas.
Caballo trotón al galope,
Ocho dentelladas de espuelas,
Los tres colores de Bolívar
Desde el monte a la pradera.
Tres confines del viento
De lluvias y madreselvas,
Las tres espigas de lirio…,
Las ocho almas inquietas.
Una luna de plata sobre el mar,
Una madre…, una bandera,
Herida de canaíma bajo el cielo
Que se llama Venezuela.
Olvidaste en tus olvidos,
De consejeros y consejas
Que vinisteis sin alforjas,
Sin casa y sin espuertas.
Olvidaste, maldito iluso,
Que el fuego que te quema
Está quemando tu pasado
Y el futuro de quién espera.
Maldito hijo de Eva, maldito,
Por siempre, bendito seas,
Que la fuerza con que te maldices
Se bendiga los pueblos de la tierra.
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Poema publicado el 12 de Enero de 2014
Malditos, los herederos de Edén.
Malditos todos, los hijos de Eva,
Maldito, el silbido de las balas
Y el ronco estruendo de la centella.
Malditos, los que siembran espadas
Y solo cosechan violencia.
Malditos los hijos de la parca,
Y los padres de la decadencia.
Maldito, el verdugo que ejecuta
Y los jueces que sentencian
La mano que enlaza el cordel
A la garganta que lo aprieta.
Maldito, el que clama justicia
En el desierto de la miseria,
Que todos los quince de abriles
Tocarán clarines de guerra.
A la paz del pueblo bravo
Cantaron fuertes sus aleyas
Que no bajaron del monte
A consumar sus arrecheras
Como al pueblo subieron
Los pastores y sus ovejas,
Henchidos de odio y sangre
Regurgitando su pestilencia.
Malditos, los elegidos del mundo
Que redimen los pobres de la tierra
Llenando el cuerno de la abundancia
Hasta que no haya más carencia.
Malditos los que dieron nada
Y los que todo se lo llevan
Bajo la destreza de la mentira
Hicieron del engaño su destreza.
Malditos también, los pobres
Que han llenado su despensa
Con el grano estéril del olvido
Olvidaron hambres y penas.
Olvidaste que eras pobre
Y quien fundó tu pobreza,
Que el yugo que arrastrabas
Vuelve cada vez con mas fuerza..
Malditos, los pobres de éxodo
Sin patria y sin leyenda
Y es de bien y agradecido
Que vinisteis en “huyendas”
De aquel baldío terruño
Céltico pueblo de iberias
Que es justicia y no puedo
Por franco dar más señas,
Fuiste ahogado en suspiros
Asida a la mano tu maleta
Como se mueren los recuerdos
También se ahogó tu tristeza.
Malditos los pobres del tiempo
De las esperanzas y experiencias
Que no es sabio el que olvida
Sino el que todo lo recuerda.
Olvidaste algún día pasado
De tu pasada descendencia
Que huérfano de mar y cielo
Te adoptaron ocho estrellas.
Caballo trotón al galope,
Ocho dentelladas de espuelas,
Los tres colores de Bolívar
Desde el monte a la pradera.
Tres confines del viento
De lluvias y madreselvas,
Las tres espigas de lirio…,
Las ocho almas inquietas.
Una luna de plata sobre el mar,
Una madre…, una bandera,
Herida de canaíma bajo el cielo
Que se llama Venezuela.
Olvidaste en tus olvidos,
De consejeros y consejas
Que vinisteis sin alforjas,
Sin casa y sin espuertas.
Olvidaste, maldito iluso,
Que el fuego que te quema
Está quemando tu pasado
Y el futuro de quién espera.
Maldito hijo de Eva, maldito,
Por siempre, bendito seas,
Que la fuerza con que te maldices
Se bendiga los pueblos de la tierra.
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