En una nueva cama
Poema publicado el 01 de Febrero de 2016
Esta tarde vi ese anuncio cien veces antes de darme cuenta que necesitaba volver a la cama, y pese al colchón nuevo y las sábanas limpias no era aquí donde quería estar, y es que recuerdo ese lecho placentero y calentito que tuvo que ser el útero de mi madre y me encojo en posición fetal.
¿qué soy? retumba
¿por qué? y vuelve a retumbar
Silencio por respuestas sinceras y pitidos de whatsapp como agonía del vivir.
Mi cama nueva es blanda y reconfortante, alberga un gigante por las noches que la ocupa de esquina a esquina y tiembla de frío porque ese edredón de plumas no calienta.
Hay un momento a eso de las 4 de la mañana que todo está en callado fuera en el que me despierto y dejo mis fantasías y mis sueños vagar libremente, reconstruyo los inconclusos y preparo mentalmente las tareas diarias, ese velo que me acaricia me transporta a las más delirantes realidades al mezclar los mundos de los vivos y de los muertos, porque dormir es estar muerto.
Del esfuerzo poco o nada queda cuando yazgo, desecho queda si mis demonios me visitan y me retuercen, me levanto sudoroso pensando haber suspendido aquel curso, aquel examen o haber fallado tal o cual cosa. Segismundo me recuerda en que plano vivo y poco a poco retomo el peso de mi cuerpo y encajo el sueño...el problema es que me doy cuenta que estoy olvidando mi pasado y mezclándolo con mentiras...Freud tenía razón al creer que la memoria está viva.
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Poema publicado el 01 de Febrero de 2016
Esta tarde vi ese anuncio cien veces antes de darme cuenta que necesitaba volver a la cama, y pese al colchón nuevo y las sábanas limpias no era aquí donde quería estar, y es que recuerdo ese lecho placentero y calentito que tuvo que ser el útero de mi madre y me encojo en posición fetal.
¿qué soy? retumba
¿por qué? y vuelve a retumbar
Silencio por respuestas sinceras y pitidos de whatsapp como agonía del vivir.
Mi cama nueva es blanda y reconfortante, alberga un gigante por las noches que la ocupa de esquina a esquina y tiembla de frío porque ese edredón de plumas no calienta.
Hay un momento a eso de las 4 de la mañana que todo está en callado fuera en el que me despierto y dejo mis fantasías y mis sueños vagar libremente, reconstruyo los inconclusos y preparo mentalmente las tareas diarias, ese velo que me acaricia me transporta a las más delirantes realidades al mezclar los mundos de los vivos y de los muertos, porque dormir es estar muerto.
Del esfuerzo poco o nada queda cuando yazgo, desecho queda si mis demonios me visitan y me retuercen, me levanto sudoroso pensando haber suspendido aquel curso, aquel examen o haber fallado tal o cual cosa. Segismundo me recuerda en que plano vivo y poco a poco retomo el peso de mi cuerpo y encajo el sueño...el problema es que me doy cuenta que estoy olvidando mi pasado y mezclándolo con mentiras...Freud tenía razón al creer que la memoria está viva.
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