Poema publicado el 10 de Noviembre de 2008
PodrÃamos tener una discusión sobre el amor.
Yo te dirÃa que amo la curiosa manera
en que tu cuerpo y mi cuerpo se conocen,
exploradores que renuevan
el más antiguo acto del conocimiento.
DirÃa que amo tu piel y que mi piel te ama,
que amo la escondida torre
que de repente se alza desafiante
y tiembla dentro de mÃ
buscando la mujer que anida
en lo más profundo de mi interior de hembra.
DirÃa también que amo tus ojos
que son limpios y que también me penetran
con vaho de ternura o de preguntas.
DirÃa que amo tu voz
sobre todo cuando decÃs poemas,
pero también cuando sonás serio,
tan preocupado por entender
este mundo tan ancho y tan ajeno.
DirÃa que amo encontrarte
y sentir dentro de mÃ
una mariposa presa
aleteándome en el estómago
y muchas ganas de reÃrme
de la pura alegrÃa de que existÃa y estás,
de saber que te gustan las nubes
y el aire frÃo de los bosques de Matagalpa.
PodrÃamos discutir si es serio
esto que te digo.
Si es una quemadura leve, de segundo,
tercer o primer grado.
Si hay o no que ponerle nombre a las cosas.
Yo sólo una simple frase afirmo
Te amo
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