Hierba maldita
Poema publicado el 26 de Enero de 2013
HIERBA MALDITA
Me deshice de ti como una hierba maldita
Pisoteada en el camino toda sucia
Me despejé de todas tus argucias
Y por augurio te arrojé agua bendita
Te encontré y por caridad te di mi mano
Para salvar tu experiencia manoseada
Fue bueno saber que eras deseada
Por el tumulto callejero y el mundano
Me equivoqué sin embargo al socorrerte
Y al darte la esperanza de un acierto
Quizás en mi pensar hubo un torrente
Que pudiera haber salvado tu concierto
No pude hacerlo, me traicionó el subconsciente
Por un minuto se desconcertaron mis latidos
No fueron gritos sino graves gemidos
Que pronto exhortaron el abandono inminente
Te encontré desperdiciada en el olvido
Abandonada al viento como una hoja cualquiera
Yo te atraje hacia mí con una rama de olivo
Pretendiendo convertirte, así un poquito fuera
Perdí mi tiempo y a pesar que me atraías
Nunca supiste valorar mi ayuda dada
No tuviste corazón y tus manías
Acabaron por dejar mi ansiedad desmoronada
Y allí estás y seguirás aguijoneando
A la vida, a tu cuerpo, a tu esperanza
Ya no habrá quien te cante una alabanza
Porque siempre estarás con tu ser ahí pecando
GONZALO MERINO PEREZ
Doctor en leyes, poeta, novelista,
De mi poemario “Cuesta Arriba”,
Con un saludo.
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Poema publicado el 26 de Enero de 2013
HIERBA MALDITA
Me deshice de ti como una hierba maldita
Pisoteada en el camino toda sucia
Me despejé de todas tus argucias
Y por augurio te arrojé agua bendita
Te encontré y por caridad te di mi mano
Para salvar tu experiencia manoseada
Fue bueno saber que eras deseada
Por el tumulto callejero y el mundano
Me equivoqué sin embargo al socorrerte
Y al darte la esperanza de un acierto
Quizás en mi pensar hubo un torrente
Que pudiera haber salvado tu concierto
No pude hacerlo, me traicionó el subconsciente
Por un minuto se desconcertaron mis latidos
No fueron gritos sino graves gemidos
Que pronto exhortaron el abandono inminente
Te encontré desperdiciada en el olvido
Abandonada al viento como una hoja cualquiera
Yo te atraje hacia mí con una rama de olivo
Pretendiendo convertirte, así un poquito fuera
Perdí mi tiempo y a pesar que me atraías
Nunca supiste valorar mi ayuda dada
No tuviste corazón y tus manías
Acabaron por dejar mi ansiedad desmoronada
Y allí estás y seguirás aguijoneando
A la vida, a tu cuerpo, a tu esperanza
Ya no habrá quien te cante una alabanza
Porque siempre estarás con tu ser ahí pecando
GONZALO MERINO PEREZ
Doctor en leyes, poeta, novelista,
De mi poemario “Cuesta Arriba”,
Con un saludo.
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