Poema publicado el 10 de Noviembre de 2008
I
La niña tiene un amante
que escudero se decÃa;
el escudero le anuncia
que a la guerra se partÃa.
-Te vas y acaso no tornes.
-Tornaré por vida mÃa.-
Mientras el amante jura,
diz que el viento repetÃa:
¡Mal haya quien en promesas
de hombre fÃa!
II
El conde con la mesnada
de su castillo salÃa:
ella, que le ha conocido,
con gran afición gemÃa:
-¡Ay de mÃ, que se va el conde
y se lleva la honra mÃa!-
Mientras la cuitada llora,
diz que el viento repetÃa:
¡Mal haya quien en promesas
de hombre fÃa!
III
Su hermano, que estaba allÃ,
estas palabras oÃa:
-Nos has deshonrado dice.
-Me juró que tornarÃa.
-No te encontrará, si torna,
donde encontrarte solÃa.-
Mientras la infelice muere,
diz que el viento repetÃa:
¡Mal haya quien en promesas
de hombre fÃa!
IV
Muerta la llevan al soto,
la han enterrado en la umbrÃa;
por más tierra que le echaban,
la mano no se cubrÃa:
la mano donde un anillo
que le dio el conde tenÃa.
De noche, sobre la tumba,
dizque el viento repetÃa:
¡Mal haya quien en promesas
de hombre fÃa!
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