Mendoza, recuerdos.-
Poema publicado el 30 de Mayo de 2011
Te recuerdo en mis años de niño,
amplia, alegre, pura,
permitiéndome, reir, jugar,soñar,
un futuro limpio y cristalino,
perfumado con aromas,
de uvas maduras.
Te ví crecer junto a mí,
transformarte en una ciudad fuerte,
pujante, moderna,
las calles de mi niñez,
se hicieron avenidas,
las casas coloniales,
grandes edificios,
tus pequeñas bodegas,
industrias,
tú ritmo de población grande,
gracias a tú gente,
mantiene la tranquilidad,
de sus siestas.
En tú suelo,
me crié hombre,
bajo el beso de tú sol.
y las sombras de tus brazos,
hice hermanos de vida,
mojándome en tú río,
entre nuez y pan casero.
Llevé a tú tierra,
una mujer,
que se envolvió en tú calor,
como toda semilla que con amor,
se deposita en tú suelo,
se transformó en fruto.
Me distes, tres hijos rosados,
como un racimo moscatel,
alegres como el cántaro,
de tus séquias,
puros como tú nieve.
Hoy el destino,
me separó de tí,
en tus verdes,
dejé mis padres,
mis hermanos,
de sangre y de vida,
mis sueños.
Si vuelvo a tí como deseo,
dentro de unas vendimias,
mis hijos,
junto al calor de tú suelo,
quizás en un mismo papel,
comiencen su frase:
Te recuerdo en mis años de niño,
amplia, alegre, pura,
permitiéndome reir.............,-
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Poema publicado el 30 de Mayo de 2011
Te recuerdo en mis años de niño,
amplia, alegre, pura,
permitiéndome, reir, jugar,soñar,
un futuro limpio y cristalino,
perfumado con aromas,
de uvas maduras.
Te ví crecer junto a mí,
transformarte en una ciudad fuerte,
pujante, moderna,
las calles de mi niñez,
se hicieron avenidas,
las casas coloniales,
grandes edificios,
tus pequeñas bodegas,
industrias,
tú ritmo de población grande,
gracias a tú gente,
mantiene la tranquilidad,
de sus siestas.
En tú suelo,
me crié hombre,
bajo el beso de tú sol.
y las sombras de tus brazos,
hice hermanos de vida,
mojándome en tú río,
entre nuez y pan casero.
Llevé a tú tierra,
una mujer,
que se envolvió en tú calor,
como toda semilla que con amor,
se deposita en tú suelo,
se transformó en fruto.
Me distes, tres hijos rosados,
como un racimo moscatel,
alegres como el cántaro,
de tus séquias,
puros como tú nieve.
Hoy el destino,
me separó de tí,
en tus verdes,
dejé mis padres,
mis hermanos,
de sangre y de vida,
mis sueños.
Si vuelvo a tí como deseo,
dentro de unas vendimias,
mis hijos,
junto al calor de tú suelo,
quizás en un mismo papel,
comiencen su frase:
Te recuerdo en mis años de niño,
amplia, alegre, pura,
permitiéndome reir.............,-
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