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Quevedo & góngora remix - Poemas de Ignacio Aguado Fernández



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Categoría: Poemas de Amor
Quevedo & góngora remix
Poema publicado el 08 de Abril de 2010

QUEVEDO & GONGÓRA REMIX
(Sacrílego ejercicio metapoético)

PREMISARIO DE CITAS EGREGIAS O MATERIA PRIMA
DESDE EL OLIMPO DE LA POESÍA PATRIA HASTA EL
RASTRERO CRÁNEO DEL PARÁSITO QUE ABAJO FIRMA.

Cerrar podrá mis ojos la postrera
Sombra que me llevare el blanco día,
Y  podrá desatar esta alma mía
Hora, a su afán ansioso lisonjera:

Mas no de esotra parte en la ribera
Dejará la memoria, en donde ardía:
Nadar sabe mi llama el agua fría,
Y  perder el respeto a ley severa.

Alma, a quien todo un Dios prisión ha sido,
Venas, que humor a tanto fuego han dado,
Medulas, que han gloriosamente ardido,

Su cuerpo dejará, no su cuidado;
Serán ceniza mas tendrá sentido;
Polvo serán, mas polvo enamorado.     
                                     
                                                Francisco de Quevedo
Mientras por competir con tu cabello,
oro bruñido el Sol relumbra en vano,
mientras con menosprecio en medio el llano
mira tu blanca frente al lilio bello;

Mientras a cada labio, por cogello,
siguen más ojos que al clavel temprano,
y mientras triunfa con desdén lozano
de el luciente cristal tu gentil cuello;

goza cuello, cabello, labio y frente,
antes que lo que fue en tu edad dorada
oro, lirio, clavel, cristal luciente

no solo en plata o viola troncada
se vuelva, mas tu y ello juntamente
en tierra, en humo, en polvo, en sombra, en nada.
                                                   
                                                          Luis de Góngora

Fase 1: Actualización Quevedo

Que cierre mis ojos la última sombra
el día en que la muerte me alcance.
Que desate los nudos de mi alma,
que me libere de este cuerpo viejo.
Pero no se llevará al otro lado
del río que atraviesan los que mueren
mi memoria, que seguirá ardiendo
sobre el agua fría como una llama
dividida entre el cielo y el infierno.
Tanto tiempo atada por las venas
o médulas como cuerdas de fuego,
mi alma dejará de ser prisionera
de la tierra, pero no mi memoria
que se quedará anclada en tus sueños.
Enredado en tus sienes mientras duermes
de alguna manera seguiré vivo,
seré ceniza, pero con sentido.
Polvo al final, pero enamorado.





Fase 2: Actualización Góngora

Se abrasa el sol por brillar en vano
con más intensidad que tus cabellos.
Desafía tu tersa frente al lirio
que se esconde turbado entre las flores.
Miradas ebrias persiguen tus labios
para envidia de los rojos claveles
y el cristal más nítido se empaña
cuando osa  compararse con tu cuello.
Disfruta pues de tus largos cabellos,
de tu cuello, tu frente, de tus labios,
porque el tiempo enloquece los relojes
y lo que es en tu juventud radiante
como un lirio, clavel, cristal u oro,
pronto se convertirá  en arrugas,
plata hecha de cabellos cenicientos,
sólo un rastro de polvo en la sombra,
una voluta de humo gris en el aire,
un triste puñado de tierra en la nada.





Fase 3: Quevedo & Góngora Remix

Que cierre mis ojos fríos la muerte
como una sombra traidora que huyera
del sol abrasador de tus cabellos.
Que desaten mi alma frágil del cuerpo
para que vuelva al altar de tu frente.
Que construyan una tosca muralla
alrededor del cristal de tu cuello.
Que intenten cercenar las miradas
que buscaron día y noche tus labios.
Pero nadie podrá arrebatarme
tu belleza, intacta en mi memoria
cuando flota como una llama en el río
que divide el cielo del infierno.
Eterna para siempre en mi recuerdo,
belleza transmutada en holograma:
te salvarás del tiempo y de la muerte,
ya no serás tierra, ni podredumbre,
ni polvo, ni humo, ni sombra, ni nada.


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