Cuatro estaciones
Poema publicado el 09 de Abril de 2012
Verano:
Calor estival que abriga mi piel,
Lengua ardiente de seda,
Que cultiva en mis entrañas la hiel,
Fruto de alimento estéril,
Que recorre en mi interior su vereda.
En tus caricias fuiste amigo fiel,
Elixir de abedul en la aliseda.
Otoño:
Despierta esencia fúnebre de ayer,
Fue el alba de una noche cenicienta,
Un árbol se despoja de su ser,
De tez amarillenta,
La lluvia empapa el amanecer,
Luz del alma contenta,
Que un día perdió el miedo a fallecer,
En tierra desatenta.
Invierno
Naciste de un gélido manantial,
En el largo crepúsculo de luna,
Teñiste de blanco puro el erial,
Sueños fríos de cuna,
Y en lo alto de la duna,
Escuchaste el silencio sepulcral,
¡Llanura moribunda!
¡Lejos oigo tu bramido ancestral!
Primavera
La vida colorea de luz el prado,
Impregna con sus aromas los días,
Corazón obstinado,
Entierra el recuerdo de almas vacías,
Fuiste el amor fatigado,
De aquellas madrugadas aún tan frías,
Eres luciérnaga que emprende el vuelo,
El candil que marca el rumbo a sus crías.
.
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Poema publicado el 09 de Abril de 2012
Verano:
Calor estival que abriga mi piel,
Lengua ardiente de seda,
Que cultiva en mis entrañas la hiel,
Fruto de alimento estéril,
Que recorre en mi interior su vereda.
En tus caricias fuiste amigo fiel,
Elixir de abedul en la aliseda.
Otoño:
Despierta esencia fúnebre de ayer,
Fue el alba de una noche cenicienta,
Un árbol se despoja de su ser,
De tez amarillenta,
La lluvia empapa el amanecer,
Luz del alma contenta,
Que un día perdió el miedo a fallecer,
En tierra desatenta.
Invierno
Naciste de un gélido manantial,
En el largo crepúsculo de luna,
Teñiste de blanco puro el erial,
Sueños fríos de cuna,
Y en lo alto de la duna,
Escuchaste el silencio sepulcral,
¡Llanura moribunda!
¡Lejos oigo tu bramido ancestral!
Primavera
La vida colorea de luz el prado,
Impregna con sus aromas los días,
Corazón obstinado,
Entierra el recuerdo de almas vacías,
Fuiste el amor fatigado,
De aquellas madrugadas aún tan frías,
Eres luciérnaga que emprende el vuelo,
El candil que marca el rumbo a sus crías.
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