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Sufrimiento de un alma muerta - Poemas de Inmaculada Serrano Palacios



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Sufrimiento de un alma muerta
Poema publicado el 12 de Julio de 2011

Me miras tan callando, me hablas tan en silencio, me observas susurrando, me desprecias fingiendo, me ocultas tan despacio, me hundes tan presto, me inhalas tan asustada, me rechazas sin pensarlo.
La soledad enferma dentro de mí ser, como prematura inocencia asustada vaga entre dichos de quienes no comprenden nada, una vez más los obstáculos se forman a mí alrededor para impedirme la salida hacia el exterior. Cuando los árboles desnudos desprecian las hojas que han vestido, las donan a la superficie como céntimos a un mendigo, no saben que helará y acusarán su abrigo, todo se desea cuando se marcha al olvido, y nada más triste que lo que nunca has vivido, pues oculto en la nada vaga despacito por el infinito de la eternidad que tanto has escrito.
Como deseo que en tu mente a quedado grabado, comienza a rendirte pues nada ha cambiado. Tocando a la locura a veces me siento sobre la ventana de mi cuarto y aspiro la soledad que tanto me ha acompañado.
Para qué caminar si los pies están descalzos, para qué hablar si todo está hablado, para qué sonreír si ya no tengo labios, para qué mirar si mis ojos han cegado, para qué recibir ayuda si nada apenas me ha ayudado, para qué divertirme si mis ojos están llorando, para qué beber si mi alma es un charco, para qué soñar , para qué soñar si todo es un fracaso, para qué aprender si para nada valgo, para qué desear si nada regresa  a mi lado, para qué vivir si mi cuerpo está amortajado…
Ya no descubriré el cielo azul pero lejano, ya no pintaré el sol radiante del verano, ya no escucharé las canciones que me han acompañado, ya no leeré lo que tantas cosas me han enseñado, ya no sentiré el frío tibio y helado, ya no seré lo que siempre he deseado…
Pues todo de mi falta, ya nada queda, pobre y débil permanezco sobre la cama casi dormida. Todo lo he intentado, mas nada he conseguido, solo apenas sonreír un tiempo, todo está decidido.
Cuando llegue el verano y los pájaros comiencen a increpar en su nido, cuando el agua vaga deje de hacer su recorrido, cuando todos rían entre los peces de un río, yo seré, como alma que ha desaparecido, polvo destruido, destruido por la misma que padece, siente y no olvida. Todo está escrito, en verano, sí, todo será infinito, como nubes grandes que nunca han vivido, como abejas azules que nunca han existido, como quién soñó un día que todo había desaparecido y sólo quedó un árbol marchito, donde por más que intentaron cambiar sus nocivos pensamientos , estos no fueron cambiados, pues un tanto por ciento quedó inacabado. Quien nace entre espinas su destino es acabar sangrando, las venas de mi cuerpo hervirán de espanto, tartamudearán sin cobijo entre vasos vacíos.
Y una vez más, como tantos otros lo han conseguido, nadie podrá decir que he muerto, pues jamás he vivido. Llegaré a la nunca eternidad, la que quiso acompañarme en mi destino, la que tantos pasos dio a mi lado y luego de mí se deshizo…


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