Desdicha
Poema publicado el 28 de Mayo de 2024
Entre la mezcla del día y la noche, los sueños y mi sentir se hacen existentes a cualquier hora,
También tus recuerdos se viven igual al medio día o en la madrugada fría,
Y las palabras entrecortadas y las lagrimas asomadas en mis ojos se sienten igual,
Igual a los te extraño, a los te amo y a los te necesito a cualquier hora del día o la noche.
La fecha de vencimiento de este amor no alcanza aun a las agujas del reloj,
Tampoco a tus recuerdos, a tu aroma, a tu sonrisa, tus labios, tu piel, tu voz y todo tu ser,
No se vencen mis sentimientos ni mi esperanza de ti, ni mi fe en el todopoderoso que, si puede,
No se vencen mis fuerzas en cada ruego al cielo por ti, por tu regreso, por tu presencia.
Para extrañarte, para anhelarte, para sentir el dolor de no tenerte, tuve primero que perderte,
Entonces tuviste que desaparecer ante mis ojos y privarme de tu piel, de tu voz, de tu sonrisa,
De tus caricias y todo lo que hacías junto a mí, todo lo que eres y todo lo que yo era junto a ti,
Todo lo que vivíamos y lo que sentíamos para poder ver lo que tenía y que, ahora no.
Solo así, pudo mi voluntad ver que todo tomo valor, que todo tomo peso e importancia,
Y verte a ti, ver que eres tú, que siempre has sido tú, que lo fácil se hace difícil sin ti,
Y todo aquello que no era necesario hacerse o vivir, y todo aquello que se debía hacer,
Todo tomo sentido en honor de tu ausencia, de tu desamor y tu olvido.
Tratando de escuchar a este corazón que, entre latidos y palabras y entre sollozos,
Intentan gritar y exclamar todo el dolor que se puede sentir en la partida de quien amas,
El mismo dolor que se siente entre el olvido que ofreces y la lejanía que me regalas,
Y entre susurro por mi estupidez, reclamar por hacer las cosas como solo un tonto lo haría.
Debí guardar mas recuerdos de ti, del tono de tu voz y tu sonrisa, de tu mirada llena de amor,
De tus caricias, de tu aroma y especialmente de ese te amo que se te escapaba
Cuando entre besos, gemidos, caricias y sudor eras mía y yo era todo tuyo,
También de tus pies vistiendo el suelo de nuestra habitación paseando en ropa interior.
Debí guardar más imágenes de ti, de cada momento juntos, de cada instante,
Solo así, tal vez así, no me sentiría tan solo hoy aquí, sin ti y acompañado de tu olvido,
Debí haberme recostado en tu pecho para escuchar tu corazón entre latidos,
Y guardar su dulce voz diciendo te amo, te extraño y te necesito.
Así como este corazón cansado y herido de tan dura batalla, de rodillas,
recobrando las fuerzas para pelear como hace un tiempo atrás que, con brazos rendidos,
pero, ahora, con todas las ganas de luchar contra todo, contra tu olvido y el desamor,
contra la desilusión de una fatal decisión que fundida en excusas se quedó.
¿Que se le dice a un corazón? cansado y abatido en el campo de batalla, al borde de la muerte
¿Como se le alienta para que continue con sus pocas fuerzas y para que no suelte su espada?
¿De qué esperanza le hablamos para que continue y no desfallezca, para que no muera?
Cuando no hay nada más que valga la lucha, el sacrificio y la victoria, mas bien si, la muerte.
Pero ahora dime, ¿disfrutas de tu libertad sin mí? Como si el amor fuera un cautiverio,
Y no, no me refiero al libertinaje de los deseos que ahora se despiertan en ti,
Como si nunca lo hubieras saciado o nunca lo hubieras vivido, si en el amor también se vive,
¿Pero cuéntame como son tus noches sin poder saciar tu necesidad de mí?
Podría imaginar que ahora; la tranquilidad, la felicidad y el amor propio viven en ti,
Ahora la cotidianidad, el afán, el estrés y las preocupaciones son menos, ¿cierto?
No, disculpa, es que no hablo contigo, estoy hablando con tu corazón,
El que parece ser mas razonable en todo este asunto, el que parece que si siente y quiere.
Me pregunto ¿cómo saciaras el deseo de nosotros? porque para ello se necesita amor,
Cómo secaras tus lagrimas cuando extrañes a mi ser, cuando tu pensamiento te pregunte por mí,
Cuando tu corazón y tu piel reclamen mi presencia, mis brazos, mis besos y mis palabras,
Cuando realmente en la noche te encuentres sola con tus pensamientos y tus sentimientos.
Pero se que eres fuerte, tan fuerte como ninguna, te he visto como una verdadera guerrera,
luchando y batallando como otra no lo haría, contra todo, contra todos…
la misma fuerza que, se, te empujara a esa segunda oportunidad, para vivir, para amar,
para escribir el siguiente capitulo, para ver un nuevo amanecer, arropados en amor.
Ese mismo amor que ha crecido con el tiempo, que ahora es más maduro, más profundo,
Mas orgulloso y más decidido que nunca y definitivamente más enamorado,
Y con toda la fuerza y el poder para quedarse y nunca mas partir, al menos, de este mundo,
Para ser tuyo y tu mía en esta realidad, que te llevo lejos y te arranco de mis brazos.
Como le digo al corazón que, solo, aguante un poco más, que ya casi pasa esta dura batalla,
Que pronto volverá a los brazos de su amada, de su vida, de su amor, de su todo.
Que volverá a reír, a besar, a vivir y a amar como, ya antes, lo había hecho.
Sin la desdicha del olvido que es perder lo que más se ha amado.
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Poema publicado el 28 de Mayo de 2024
Entre la mezcla del día y la noche, los sueños y mi sentir se hacen existentes a cualquier hora,
También tus recuerdos se viven igual al medio día o en la madrugada fría,
Y las palabras entrecortadas y las lagrimas asomadas en mis ojos se sienten igual,
Igual a los te extraño, a los te amo y a los te necesito a cualquier hora del día o la noche.
La fecha de vencimiento de este amor no alcanza aun a las agujas del reloj,
Tampoco a tus recuerdos, a tu aroma, a tu sonrisa, tus labios, tu piel, tu voz y todo tu ser,
No se vencen mis sentimientos ni mi esperanza de ti, ni mi fe en el todopoderoso que, si puede,
No se vencen mis fuerzas en cada ruego al cielo por ti, por tu regreso, por tu presencia.
Para extrañarte, para anhelarte, para sentir el dolor de no tenerte, tuve primero que perderte,
Entonces tuviste que desaparecer ante mis ojos y privarme de tu piel, de tu voz, de tu sonrisa,
De tus caricias y todo lo que hacías junto a mí, todo lo que eres y todo lo que yo era junto a ti,
Todo lo que vivíamos y lo que sentíamos para poder ver lo que tenía y que, ahora no.
Solo así, pudo mi voluntad ver que todo tomo valor, que todo tomo peso e importancia,
Y verte a ti, ver que eres tú, que siempre has sido tú, que lo fácil se hace difícil sin ti,
Y todo aquello que no era necesario hacerse o vivir, y todo aquello que se debía hacer,
Todo tomo sentido en honor de tu ausencia, de tu desamor y tu olvido.
Tratando de escuchar a este corazón que, entre latidos y palabras y entre sollozos,
Intentan gritar y exclamar todo el dolor que se puede sentir en la partida de quien amas,
El mismo dolor que se siente entre el olvido que ofreces y la lejanía que me regalas,
Y entre susurro por mi estupidez, reclamar por hacer las cosas como solo un tonto lo haría.
Debí guardar mas recuerdos de ti, del tono de tu voz y tu sonrisa, de tu mirada llena de amor,
De tus caricias, de tu aroma y especialmente de ese te amo que se te escapaba
Cuando entre besos, gemidos, caricias y sudor eras mía y yo era todo tuyo,
También de tus pies vistiendo el suelo de nuestra habitación paseando en ropa interior.
Debí guardar más imágenes de ti, de cada momento juntos, de cada instante,
Solo así, tal vez así, no me sentiría tan solo hoy aquí, sin ti y acompañado de tu olvido,
Debí haberme recostado en tu pecho para escuchar tu corazón entre latidos,
Y guardar su dulce voz diciendo te amo, te extraño y te necesito.
Así como este corazón cansado y herido de tan dura batalla, de rodillas,
recobrando las fuerzas para pelear como hace un tiempo atrás que, con brazos rendidos,
pero, ahora, con todas las ganas de luchar contra todo, contra tu olvido y el desamor,
contra la desilusión de una fatal decisión que fundida en excusas se quedó.
¿Que se le dice a un corazón? cansado y abatido en el campo de batalla, al borde de la muerte
¿Como se le alienta para que continue con sus pocas fuerzas y para que no suelte su espada?
¿De qué esperanza le hablamos para que continue y no desfallezca, para que no muera?
Cuando no hay nada más que valga la lucha, el sacrificio y la victoria, mas bien si, la muerte.
Pero ahora dime, ¿disfrutas de tu libertad sin mí? Como si el amor fuera un cautiverio,
Y no, no me refiero al libertinaje de los deseos que ahora se despiertan en ti,
Como si nunca lo hubieras saciado o nunca lo hubieras vivido, si en el amor también se vive,
¿Pero cuéntame como son tus noches sin poder saciar tu necesidad de mí?
Podría imaginar que ahora; la tranquilidad, la felicidad y el amor propio viven en ti,
Ahora la cotidianidad, el afán, el estrés y las preocupaciones son menos, ¿cierto?
No, disculpa, es que no hablo contigo, estoy hablando con tu corazón,
El que parece ser mas razonable en todo este asunto, el que parece que si siente y quiere.
Me pregunto ¿cómo saciaras el deseo de nosotros? porque para ello se necesita amor,
Cómo secaras tus lagrimas cuando extrañes a mi ser, cuando tu pensamiento te pregunte por mí,
Cuando tu corazón y tu piel reclamen mi presencia, mis brazos, mis besos y mis palabras,
Cuando realmente en la noche te encuentres sola con tus pensamientos y tus sentimientos.
Pero se que eres fuerte, tan fuerte como ninguna, te he visto como una verdadera guerrera,
luchando y batallando como otra no lo haría, contra todo, contra todos…
la misma fuerza que, se, te empujara a esa segunda oportunidad, para vivir, para amar,
para escribir el siguiente capitulo, para ver un nuevo amanecer, arropados en amor.
Ese mismo amor que ha crecido con el tiempo, que ahora es más maduro, más profundo,
Mas orgulloso y más decidido que nunca y definitivamente más enamorado,
Y con toda la fuerza y el poder para quedarse y nunca mas partir, al menos, de este mundo,
Para ser tuyo y tu mía en esta realidad, que te llevo lejos y te arranco de mis brazos.
Como le digo al corazón que, solo, aguante un poco más, que ya casi pasa esta dura batalla,
Que pronto volverá a los brazos de su amada, de su vida, de su amor, de su todo.
Que volverá a reír, a besar, a vivir y a amar como, ya antes, lo había hecho.
Sin la desdicha del olvido que es perder lo que más se ha amado.
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