Alma mía, no me la recuerdes
Poema publicado el 06 de Julio de 2013
ALMA MÍA, NO ME LA RECUERDES
Se perdió un “te amo”
engendrado en tus mente
abortado por tus labios
Muerto en tus boca
Y no alcanzó a sonar en mis oídos
Se quedó en tu alma
en la puerta de tu corazón indeciso
No pudo nacer en tu voz
cuando estuvimos frente a frente
con el silencio como aliado
en el instante preciso
cuando debiste pronunciarlo
¡Pero callaste para siempre!
¡Pero callaste eternamente!
¡Cuántas emociones!
Y sentimientos no expresados
por miedo o por prudencia
que en el fondo del alma
se van quedando
y con el pasar del tiempo
se asoman tímidamente
para llevarte al recuerdo y recriminarte
por no haber gritado al mundo
que te estabas enamorando
¡Cálla alma!, ¡cálla!
No me la recuerdes
no desempolves
los sueños olvidados
ya que no es hora
ha llegado la noche
y el día que pasó
ya se hizo pasado
No me desveles alma mía
no me la recuerdes
No muevas las cenizas
que podría haber aún
una brasa encendida
e iniciar el fuego nuevamente
Que aunque ya no sea mía
y diga que hace tiempo dejé de amarla
quizás me equivoque
Y en el fondo... aún la ame
Porque un amor como este
no se olvida, ni se acaba fácilmente.
Por eso: ¡Cálla alma mía! ¡Cálla!
Ya no me la recuerdes.
Jacob Neruda Unamuno
Chile
Derechos Reservados
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Poema publicado el 06 de Julio de 2013
ALMA MÍA, NO ME LA RECUERDES
Se perdió un “te amo”
engendrado en tus mente
abortado por tus labios
Muerto en tus boca
Y no alcanzó a sonar en mis oídos
Se quedó en tu alma
en la puerta de tu corazón indeciso
No pudo nacer en tu voz
cuando estuvimos frente a frente
con el silencio como aliado
en el instante preciso
cuando debiste pronunciarlo
¡Pero callaste para siempre!
¡Pero callaste eternamente!
¡Cuántas emociones!
Y sentimientos no expresados
por miedo o por prudencia
que en el fondo del alma
se van quedando
y con el pasar del tiempo
se asoman tímidamente
para llevarte al recuerdo y recriminarte
por no haber gritado al mundo
que te estabas enamorando
¡Cálla alma!, ¡cálla!
No me la recuerdes
no desempolves
los sueños olvidados
ya que no es hora
ha llegado la noche
y el día que pasó
ya se hizo pasado
No me desveles alma mía
no me la recuerdes
No muevas las cenizas
que podría haber aún
una brasa encendida
e iniciar el fuego nuevamente
Que aunque ya no sea mía
y diga que hace tiempo dejé de amarla
quizás me equivoque
Y en el fondo... aún la ame
Porque un amor como este
no se olvida, ni se acaba fácilmente.
Por eso: ¡Cálla alma mía! ¡Cálla!
Ya no me la recuerdes.
Jacob Neruda Unamuno
Chile
Derechos Reservados
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