Corriendo contra todo
Poema publicado el 02 de Noviembre de 2012
CORRIENDO CONTRA TODO
¡Alto! ¡Detente!
¿Contra quién vas corriendo?
No veo un número en tu espalda.
Si corres contra el tiempo;
te perderás en él,
y te quedarás en el suelo
mientras él, emprende el vuelo
alejándose de ti como un recuerdo,
que te va dejando atrás,
que te va olvidando,
y se va desvaneciendo
como un utópico sueño.
Si corres contra ti mismo,
tampoco ganarás,
porque te ganará tu ambición,
te ganará tu afán por lo material,
te ganará tu egoísmo.
No quieras comprar el mundo,
porque antes...
el mundo te comprará a ti.
Por eso, a hacer un alto te invito.
Si corres contra la vida,
no alcanzarás a saborear
lo bello que es vivirla de verdad;
sin apuros, sin prisa...
solo caminando y deleitándote;
observando lo que tú muchas veces
has mirado, pero no visto;
has escuchado, pero no te has detenido
a oírlo;
has sentido, pero no expresado.
Esos te quiero a tus seres amados
que olvidaste pronunciarlos,
y dejaste de jugar con tus hijos,
de reír como un niño,
quedando todo postergado
para un “próximo†domingo.
Jacob Nerud Unamun
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Poema publicado el 02 de Noviembre de 2012
CORRIENDO CONTRA TODO
¡Alto! ¡Detente!
¿Contra quién vas corriendo?
No veo un número en tu espalda.
Si corres contra el tiempo;
te perderás en él,
y te quedarás en el suelo
mientras él, emprende el vuelo
alejándose de ti como un recuerdo,
que te va dejando atrás,
que te va olvidando,
y se va desvaneciendo
como un utópico sueño.
Si corres contra ti mismo,
tampoco ganarás,
porque te ganará tu ambición,
te ganará tu afán por lo material,
te ganará tu egoísmo.
No quieras comprar el mundo,
porque antes...
el mundo te comprará a ti.
Por eso, a hacer un alto te invito.
Si corres contra la vida,
no alcanzarás a saborear
lo bello que es vivirla de verdad;
sin apuros, sin prisa...
solo caminando y deleitándote;
observando lo que tú muchas veces
has mirado, pero no visto;
has escuchado, pero no te has detenido
a oírlo;
has sentido, pero no expresado.
Esos te quiero a tus seres amados
que olvidaste pronunciarlos,
y dejaste de jugar con tus hijos,
de reír como un niño,
quedando todo postergado
para un “próximo†domingo.
Jacob Nerud Unamun
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