Sonidos de lagrimas
Poema publicado el 06 de Noviembre de 2009
Viajando desconsolado, en mi pobre caminar
encontré el acertijo a mi desolación.
Mi alma llorando, preguntó con voz de tristeza,
si he yo de conocer el sonido de una lágrima.
Sin corazón, porque este yacía muerto en mi espalda,
le respondí con frialdad y sin amor.
Nunca conocí el sonido de una lágrima,
si lo conociera, sería capaz de encontrar mi alma amada.
Anhelando la nada, mi alma cantaba con una voz prestada.
Tono con horror que mi ser quemaba y mis oídos purificaba.
El creer que nunca el amor conocería,
marchitaba mi vida día con día.
Soñando en un mar de pesadillas,
la oscuridad cubría mi vista.
Mi vida nada valía, mi alma abandonada se hundía.
Mi ser completo se pudría,
y mis deseos morían con el cantar de la luna oscurecida.
Rogando al Tanatos su visita,
dormí con la ayuda de su hermano en un mundo imaginado.
Al ver una estrella gritando en silencio,
admití que mi cordura me había fallado.
La suavidad del arpa, acarició mi alma.
Resucitando al corazón que alguna vez traicioné,
Y dando vigor al cuerpo al que solo muerte compré.
Un suspiro de alegría olor daba a mi vida.
El amor que buscaba estaba en la luna oscurecida
En ese momento comprendí, lo que mi alma me quiso decir
El sonido de una lágrima, era el dolor del amor,
Creado por la traición
Rogando que no fracasara
Suplico que no desmallara
Pero la soledad ya estaba en mi alma
Y el pasaje de la muerte ya cobraba mi esperanza
Sin voz, solo pude decir adiós
Ahogándome en mis lágrimas
La luna acepto mi gran dolor
Y escucho el sonido de mi canción.
Poema publicado el 06 de Noviembre de 2009
Viajando desconsolado, en mi pobre caminar
encontré el acertijo a mi desolación.
Mi alma llorando, preguntó con voz de tristeza,
si he yo de conocer el sonido de una lágrima.
Sin corazón, porque este yacía muerto en mi espalda,
le respondí con frialdad y sin amor.
Nunca conocí el sonido de una lágrima,
si lo conociera, sería capaz de encontrar mi alma amada.
Anhelando la nada, mi alma cantaba con una voz prestada.
Tono con horror que mi ser quemaba y mis oídos purificaba.
El creer que nunca el amor conocería,
marchitaba mi vida día con día.
Soñando en un mar de pesadillas,
la oscuridad cubría mi vista.
Mi vida nada valía, mi alma abandonada se hundía.
Mi ser completo se pudría,
y mis deseos morían con el cantar de la luna oscurecida.
Rogando al Tanatos su visita,
dormí con la ayuda de su hermano en un mundo imaginado.
Al ver una estrella gritando en silencio,
admití que mi cordura me había fallado.
La suavidad del arpa, acarició mi alma.
Resucitando al corazón que alguna vez traicioné,
Y dando vigor al cuerpo al que solo muerte compré.
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Creado por la traición
Rogando que no fracasara
Suplico que no desmallara
Pero la soledad ya estaba en mi alma
Y el pasaje de la muerte ya cobraba mi esperanza
Sin voz, solo pude decir adiós
Ahogándome en mis lágrimas
La luna acepto mi gran dolor
Y escucho el sonido de mi canción.
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