La loca del pueblo
Poema publicado el 14 de Diciembre de 2010
Esa tarde…
feliz yo estaba
muy bonita seria la velada,
una cena romántica: con velas,
la música que a ti te gustaba
y flores como sorpresa
para la mujer que yo adoraba.
Toda la tarde te había esperado,
pensé que no llegabas, hasta que…
¡Dios mío! ¡que hermosa te veías!
al fin habías llegado,
que bien te quedaba
esa ropa negra que vestías.
Para ti las velas comenzaron a encender,
para ti las guitarras comenzaron a tocar
y la misteriosa tarde a oscurecer.
Pero de pronto…
Unas terroríficas palabras escuché,
tu me dijiste:
“ya no te quiero,
mi corazón tiene otro dueño”.
Diste la media vuelta y te fuiste.
Yo desesperadamente dije:
¡Pero… pero te amo!
¿Por qué mentiste?
¿Por qué me haces daño?
Desde esa vez…
Jamás nos volvimos a encontrar.
Pero tú aparecías en mis sueños
y ya no te pude olvidar
Te odiaba y te amaba.
¡Que confusión!
y me fui muy lejos a vivir,
porque de ti no quería saber nada.
El tiempo ha pasado…
La herida ha sanado…
Tu nuevo amor te abandono…
mi presencia desapareció…
Hace un mes que regresé
y la gente me ha contado
que has enfermado,
pues todas las tardes,
allá, en la carretera
me has estado esperando
ahí sola, sola sentada,
sola hablando, sólo anhelando
y platicándome tus cosas
como si yo estuviese tu lado.
Con tu ropa sucia,
la gente te miraba y despreciaba,
tu pelo se enredo,
el maquillaje de tu rostro desapareció,
y ahora “La Loca del Pueblo” te llaman.
Pero, esta noche no he venido a burlarme,
tampoco a quejarme,
he venido a decirte que… te amo,
que te extraño,
a pesar de todo el daño.
¡Mira las flores que te traje!
míralas, por favor.
¡Son para ti!.
Esta bien, no las mires,
yo lo entiendo,
lo importante es que estoy a tu lado.
Sabes, esta noche te encuentro algo diferente:
tu piel es mas blanca,
tus labios están resecos
y las ojeras te delatan.
Sin embargo, te vez hermosa…
Hoy me he llevado una sorpresa,
pues me esperabas como yo te espere aquella vez,
con velas encendidas sobre la mesa,
con música y flores,
con ese vestido: negro sin colores,
tan hermosa que te vez.
Quiero que sepas que las puertas de mi corazón,
para ti aun están abiertas,
y que lástima que no me digas nada,
solo estas ahí postrada,
tan callada.
De nuevo…
para ti las velas comienzan a encender
las personas comienzan a rezar
y tu existencia a decaer.
Ayer moriste como un perro,
hoy es tu velorio,
mañana es tu entierro
y tu no lo sabes.
Sólo estas ahí acostada
y casi todos con una sonrisa
tienen su cara cubierta,
te traen flores y dicen:
¡por fin, La Loca del Pueblo ya esta muerta!
¿ Te gustó este poema? Compártelo:
Poema publicado el 14 de Diciembre de 2010
Esa tarde…
feliz yo estaba
muy bonita seria la velada,
una cena romántica: con velas,
la música que a ti te gustaba
y flores como sorpresa
para la mujer que yo adoraba.
Toda la tarde te había esperado,
pensé que no llegabas, hasta que…
¡Dios mío! ¡que hermosa te veías!
al fin habías llegado,
que bien te quedaba
esa ropa negra que vestías.
Para ti las velas comenzaron a encender,
para ti las guitarras comenzaron a tocar
y la misteriosa tarde a oscurecer.
Pero de pronto…
Unas terroríficas palabras escuché,
tu me dijiste:
“ya no te quiero,
mi corazón tiene otro dueño”.
Diste la media vuelta y te fuiste.
Yo desesperadamente dije:
¡Pero… pero te amo!
¿Por qué mentiste?
¿Por qué me haces daño?
Desde esa vez…
Jamás nos volvimos a encontrar.
Pero tú aparecías en mis sueños
y ya no te pude olvidar
Te odiaba y te amaba.
¡Que confusión!
y me fui muy lejos a vivir,
porque de ti no quería saber nada.
El tiempo ha pasado…
La herida ha sanado…
Tu nuevo amor te abandono…
mi presencia desapareció…
Hace un mes que regresé
y la gente me ha contado
que has enfermado,
pues todas las tardes,
allá, en la carretera
me has estado esperando
ahí sola, sola sentada,
sola hablando, sólo anhelando
y platicándome tus cosas
como si yo estuviese tu lado.
Con tu ropa sucia,
la gente te miraba y despreciaba,
tu pelo se enredo,
el maquillaje de tu rostro desapareció,
y ahora “La Loca del Pueblo” te llaman.
Pero, esta noche no he venido a burlarme,
tampoco a quejarme,
he venido a decirte que… te amo,
que te extraño,
a pesar de todo el daño.
¡Mira las flores que te traje!
míralas, por favor.
¡Son para ti!.
Esta bien, no las mires,
yo lo entiendo,
lo importante es que estoy a tu lado.
Sabes, esta noche te encuentro algo diferente:
tu piel es mas blanca,
tus labios están resecos
y las ojeras te delatan.
Sin embargo, te vez hermosa…
Hoy me he llevado una sorpresa,
pues me esperabas como yo te espere aquella vez,
con velas encendidas sobre la mesa,
con música y flores,
con ese vestido: negro sin colores,
tan hermosa que te vez.
Quiero que sepas que las puertas de mi corazón,
para ti aun están abiertas,
y que lástima que no me digas nada,
solo estas ahí postrada,
tan callada.
De nuevo…
para ti las velas comienzan a encender
las personas comienzan a rezar
y tu existencia a decaer.
Ayer moriste como un perro,
hoy es tu velorio,
mañana es tu entierro
y tu no lo sabes.
Sólo estas ahí acostada
y casi todos con una sonrisa
tienen su cara cubierta,
te traen flores y dicen:
¡por fin, La Loca del Pueblo ya esta muerta!
¿ Te gustó este poema? Compártelo:
Compartiendo el poema con tus amigos en facebook ayudas a la difusión de estas bellas creaciones poéticas y ayudas a dar a conocer a los poetas.