El renacimiento del fenix
Poema publicado el 30 de Diciembre de 2009
El Renacimiento del Fénix
Hoy que estoy aquí, en medio de la tempestad, en busca de mi verdad, he aprendido, que todos queremos las cosas más bellas de la vida; mas sin embargo no estamos dispuestos a sufrir o sacrificarnos por ellas. Buscamos las cosas fáciles y que no conlleven un peligro a nuestras emociones y volvemos a los seres especiales solo un material desechable.
Sin comprender ni mirar el daño que en verdad nos causamos, es claro lo que puedes decir, pero es mas claro lo que puedes mirar. Hay tantas cosas que sin hablar, podemos expresarnos. Nacemos y morimos cada día, y cada día tenemos la oportunidad de corregir o enmendar nuestras fallas.
Podemos sumergirnos en el fuego, y renacer como el ave fénix, con la belleza magistral del cambio, y aunque volvamos a comenzar, el invierno ha terminado, no existen mas temores, mis miedos se han esparcido con el agua que baña mi cuerpo y se combina con mis lagrimas.
A cada trazo marcado, un significado más grande va tomando en mis ideas el dolor, y comprendo que todo esto es solo una atadura mental que no nos permite avanzar, si dejamos que eso se olvide que el tiempo aleje y que cada atardecer signifique una reconciliación con nuestra alma y espíritu.
En ese momento descalzaremos nuestros pies y caminaremos tranquilos por las calles, en nuestra perpetua primavera. La permeabilidad emocional que mi vida tiene, no permitirá, que nada se interponga, porque el ayer quedo en el pasado y hoy he alcanzado la humildad.
Jhs.
Yeshoua.
Jesus Hernandez Samaniego.
6 de Diciembre del 2008.
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Poema publicado el 30 de Diciembre de 2009
El Renacimiento del Fénix
Hoy que estoy aquí, en medio de la tempestad, en busca de mi verdad, he aprendido, que todos queremos las cosas más bellas de la vida; mas sin embargo no estamos dispuestos a sufrir o sacrificarnos por ellas. Buscamos las cosas fáciles y que no conlleven un peligro a nuestras emociones y volvemos a los seres especiales solo un material desechable.
Sin comprender ni mirar el daño que en verdad nos causamos, es claro lo que puedes decir, pero es mas claro lo que puedes mirar. Hay tantas cosas que sin hablar, podemos expresarnos. Nacemos y morimos cada día, y cada día tenemos la oportunidad de corregir o enmendar nuestras fallas.
Podemos sumergirnos en el fuego, y renacer como el ave fénix, con la belleza magistral del cambio, y aunque volvamos a comenzar, el invierno ha terminado, no existen mas temores, mis miedos se han esparcido con el agua que baña mi cuerpo y se combina con mis lagrimas.
A cada trazo marcado, un significado más grande va tomando en mis ideas el dolor, y comprendo que todo esto es solo una atadura mental que no nos permite avanzar, si dejamos que eso se olvide que el tiempo aleje y que cada atardecer signifique una reconciliación con nuestra alma y espíritu.
En ese momento descalzaremos nuestros pies y caminaremos tranquilos por las calles, en nuestra perpetua primavera. La permeabilidad emocional que mi vida tiene, no permitirá, que nada se interponga, porque el ayer quedo en el pasado y hoy he alcanzado la humildad.
Jhs.
Yeshoua.
Jesus Hernandez Samaniego.
6 de Diciembre del 2008.
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