Tu ausencia sigue presente.
Poema publicado el 19 de Julio de 2011
Han pasado casi dos décadas desde aquel día.
En el cual nuestras miradas se cruzaban,
y tu boca se hacia una con la mía.
Nuestros rostros eran el reflejo de la vida misma.
Surgía la pasión, la intimidad y el compromiso,
pasando las horas sin darnos cuenta.
Pero el temor rondaba en cada esquina,
los celos invadían aquel bello momento,
deje escapar a quien fue el amor de mi vida.
Mis ojos empapados te vieron partir,
te fuiste mirándome profundamente,
entretanto yo corría tras aquel autobús.
El tiempo pasaba y seguías llamándome,
mi corazón latía intensamente al escucharte,
al oír tu cálida voz tras el frio teléfono.
Mas la distancia no fue nuestra amiga,
se encapricho en cada kilometro,
que separaban tus manos de las mías.
Cada quien por su lado dejamos de hablar.
El tiempo nos presento a otras personas,
y así disfrazamos lo nuestro con extraños.
Aun así el vacio de tu ausencia sigue presente,
Y dos palabras clavadas en mi pecho guardo.
Las cuales te declarare en nuestro reencuentro.
Gracias. Gracias porque en todos estos años,
me has levantado con palabras de aliento,
cuando otros me desgarran con sus labios.
Perdón. Perdóname por no haberte cuidado,
Por no estar presente, y porque no te ame,
Como debí haberlo hecho. Como lo mereces.
Y aunque tu ausencia siga presente,
Escribiré nuestra delicada historia.
Mientras culmine la vida.
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Poema publicado el 19 de Julio de 2011
Han pasado casi dos décadas desde aquel día.
En el cual nuestras miradas se cruzaban,
y tu boca se hacia una con la mía.
Nuestros rostros eran el reflejo de la vida misma.
Surgía la pasión, la intimidad y el compromiso,
pasando las horas sin darnos cuenta.
Pero el temor rondaba en cada esquina,
los celos invadían aquel bello momento,
deje escapar a quien fue el amor de mi vida.
Mis ojos empapados te vieron partir,
te fuiste mirándome profundamente,
entretanto yo corría tras aquel autobús.
El tiempo pasaba y seguías llamándome,
mi corazón latía intensamente al escucharte,
al oír tu cálida voz tras el frio teléfono.
Mas la distancia no fue nuestra amiga,
se encapricho en cada kilometro,
que separaban tus manos de las mías.
Cada quien por su lado dejamos de hablar.
El tiempo nos presento a otras personas,
y así disfrazamos lo nuestro con extraños.
Aun así el vacio de tu ausencia sigue presente,
Y dos palabras clavadas en mi pecho guardo.
Las cuales te declarare en nuestro reencuentro.
Gracias. Gracias porque en todos estos años,
me has levantado con palabras de aliento,
cuando otros me desgarran con sus labios.
Perdón. Perdóname por no haberte cuidado,
Por no estar presente, y porque no te ame,
Como debí haberlo hecho. Como lo mereces.
Y aunque tu ausencia siga presente,
Escribiré nuestra delicada historia.
Mientras culmine la vida.
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