Eclipsado
Poema publicado el 13 de Diciembre de 2010
Angustia de ti, tentación de ti, ansia de ti.
La noche, los sentidos desnudos y la cotidianidad
me envolvieron con una fina silueta con gusto a vino.
Atraviesa con su deseo mi ausencia, se entrega
contempla nuestras sombras, se desdobla en espirales.
Navega el tiempo, la noche, el deseo.
Contemplo en mi espejo interior tu rostro
ella se acomoda en el sueño, la contemplo
regresa la angustia, la tentación, el ansia.
Se fractura el espejo interior, te deshaces
te busco en la silueta, en el vino,
en la música, en los recuerdos del día.
Se disuelve la silueta en la lluvia.
Duermen los sentidos y el deseo.
recorro las calles, lo cotidiano, la ausencia
camino entre condenados, y conozco mi condición.
Recuerdo tu sonrisa, tus ojos, la fragilidad de tu cuerpo.
Tu dolor, tu libertad, esa melancolía tan intima.
Llega otra noche, estas en el silencio
reconstruyo los detalles de tu presencia
con un tacto aletargado, con un aroma difuso,
con la amarga verdad de saberte lejana.
Eres mía en este espacio donde no estas.
Y donde me aferro a la eternidad del momento.
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Poema publicado el 13 de Diciembre de 2010
Angustia de ti, tentación de ti, ansia de ti.
La noche, los sentidos desnudos y la cotidianidad
me envolvieron con una fina silueta con gusto a vino.
Atraviesa con su deseo mi ausencia, se entrega
contempla nuestras sombras, se desdobla en espirales.
Navega el tiempo, la noche, el deseo.
Contemplo en mi espejo interior tu rostro
ella se acomoda en el sueño, la contemplo
regresa la angustia, la tentación, el ansia.
Se fractura el espejo interior, te deshaces
te busco en la silueta, en el vino,
en la música, en los recuerdos del día.
Se disuelve la silueta en la lluvia.
Duermen los sentidos y el deseo.
recorro las calles, lo cotidiano, la ausencia
camino entre condenados, y conozco mi condición.
Recuerdo tu sonrisa, tus ojos, la fragilidad de tu cuerpo.
Tu dolor, tu libertad, esa melancolía tan intima.
Llega otra noche, estas en el silencio
reconstruyo los detalles de tu presencia
con un tacto aletargado, con un aroma difuso,
con la amarga verdad de saberte lejana.
Eres mía en este espacio donde no estas.
Y donde me aferro a la eternidad del momento.
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