La niña llegó
Poema publicado el 03 de Julio de 2009
La niña llegó.
Caminó el camino largo
de los árboles sin sombra
tiritando su alma
por la ausencia,
sus cabellos enredados en el viento
y en sus ojos asomando una tristeza
reseca y polvorienta...
calcinada,
como cenizas
del amor que arde y se quema...
Niña, te doy mis ojos
para que me llores con ellos
antes de que empiece el alba,
y rehumedezcas también a tus tristezas,
y te doy mis manos
para que recuerdes las caricias conocidas...
y recreadas, por ti, me las devuelvas.
Niña, toma mi alma
para que confortes la tuya
al calor de un amor que se reinventa,
y usa mi sombra
para que descanses del camino solitario,
y de las palabras ausentes.
Niña, te doy mi alma...
para que te quedes en casa.
¡Nunca te vayas!...
¡Nunca me dejes!...
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Poema publicado el 03 de Julio de 2009
La niña llegó.
Caminó el camino largo
de los árboles sin sombra
tiritando su alma
por la ausencia,
sus cabellos enredados en el viento
y en sus ojos asomando una tristeza
reseca y polvorienta...
calcinada,
como cenizas
del amor que arde y se quema...
Niña, te doy mis ojos
para que me llores con ellos
antes de que empiece el alba,
y rehumedezcas también a tus tristezas,
y te doy mis manos
para que recuerdes las caricias conocidas...
y recreadas, por ti, me las devuelvas.
Niña, toma mi alma
para que confortes la tuya
al calor de un amor que se reinventa,
y usa mi sombra
para que descanses del camino solitario,
y de las palabras ausentes.
Niña, te doy mi alma...
para que te quedes en casa.
¡Nunca te vayas!...
¡Nunca me dejes!...
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