Jactancia de quietud
Poema publicado el 10 de Noviembre de 2008
Escrituras de luz embisten la sombra, más prodigiosas que
meteoros.
La alta ciudad inconocible arrecia sobre el campo.
Seguro de mi vida y de mi muerte, miro los ambiciosos
y quisiera entenderlos.
Su día es ávido como el lazo en el aire.
Su noche es tregua de la ira en el hierro, pronto en acometer.
Hablan de humanidad.
Mi humanidad está en sentir que somos voces de una misma
penuria.
Hablan de patria.
Mi patria es un latido de guitarra, unos retratos y una vieja
espada,
la oración evidente del sauzal en los atardeceres.
El tiempo está viviéndome.
Más silencioso que mi sombra, cruzo el tropel de su levantada
codicia.
Ellos son imprescindibles, únicos, merecedores del mañana.
Mi nombre es alguien y cualquiera.
Paso con lentitud, como quien viene de tan lejos que no espera
llegar.
Poema publicado el 10 de Noviembre de 2008
Escrituras de luz embisten la sombra, más prodigiosas que
meteoros.
La alta ciudad inconocible arrecia sobre el campo.
Seguro de mi vida y de mi muerte, miro los ambiciosos
y quisiera entenderlos.
Su día es ávido como el lazo en el aire.
Su noche es tregua de la ira en el hierro, pronto en acometer.
Hablan de humanidad.
Mi humanidad está en sentir que somos voces de una misma
penuria.
Hablan de patria.
Mi patria es un latido de guitarra, unos retratos y una vieja
espada,
la oración evidente del sauzal en los atardeceres.
El tiempo está viviéndome.
Más silencioso que mi sombra, cruzo el tropel de su levantada
codicia.
Ellos son imprescindibles, únicos, merecedores del mañana.
Mi nombre es alguien y cualquiera.
Paso con lentitud, como quien viene de tan lejos que no espera
llegar.
¿ Te gustó este poema? Compártelo:
Compartiendo el poema con tus amigos en facebook ayudas a la difusión de estas bellas creaciones poéticas y ayudas a dar a conocer a los poetas.