Mi diosa
Poema publicado el 12 de Mayo de 2009
MI DIOSA
Me han encontrado de rodillas los fantasmas verdes de mi memoria,
clamándole a la diosa de mi corazón y a la naturalidad de tu belleza,
porque la virginidad de tus labios poseen el cielo también la gloria
y para poder alcanzar tu trono, debo ser fiel a lo que me presentas.
Los milagros han bajado como lluvia en invierno que cae del cielo,
porque tus miradas han convertido mi corazón en un esclavo fiel,
para cumplir todos tus antojos debo llevarte en infinito vuelo;
y luego caer de rodillas para que mis lágrimas besen tus pies.
Tienes los ojos tan altivos que puedes ver los fantasmas dentro de mi,
y unas mejías que desprenden una fragancia inigualable y segura,
hicieron ver de ti un tesoro divino, para poder amarte hasta el fin;
porque eres única y tienes algo que se convierte en magia pura.
Dame ese beso que transforme y se reencarne tu divinidad en mi ser,
dame esa caricia que arda en mi piel y carbonice mis pecados,
porque tus glorificadas palabras pueden saturarme de muchísima miel
y así poder vivir eternamente en el mundo de tus encantos.
Hoy me doy cuenta que sin ti no puedo vivir, ni tú sin las estrellas,
pero amo ese corte celestial que tienes en tus mágicas miradas,
conozco muy bien tus sentimientos también lo que sueñas,
Y te conviertes poco a poco en el corazón que necesita mi alma
Para hacerme sentir alguien tuyo, la dueña de mis poemas.
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Poema publicado el 12 de Mayo de 2009
MI DIOSA
Me han encontrado de rodillas los fantasmas verdes de mi memoria,
clamándole a la diosa de mi corazón y a la naturalidad de tu belleza,
porque la virginidad de tus labios poseen el cielo también la gloria
y para poder alcanzar tu trono, debo ser fiel a lo que me presentas.
Los milagros han bajado como lluvia en invierno que cae del cielo,
porque tus miradas han convertido mi corazón en un esclavo fiel,
para cumplir todos tus antojos debo llevarte en infinito vuelo;
y luego caer de rodillas para que mis lágrimas besen tus pies.
Tienes los ojos tan altivos que puedes ver los fantasmas dentro de mi,
y unas mejías que desprenden una fragancia inigualable y segura,
hicieron ver de ti un tesoro divino, para poder amarte hasta el fin;
porque eres única y tienes algo que se convierte en magia pura.
Dame ese beso que transforme y se reencarne tu divinidad en mi ser,
dame esa caricia que arda en mi piel y carbonice mis pecados,
porque tus glorificadas palabras pueden saturarme de muchísima miel
y así poder vivir eternamente en el mundo de tus encantos.
Hoy me doy cuenta que sin ti no puedo vivir, ni tú sin las estrellas,
pero amo ese corte celestial que tienes en tus mágicas miradas,
conozco muy bien tus sentimientos también lo que sueñas,
Y te conviertes poco a poco en el corazón que necesita mi alma
Para hacerme sentir alguien tuyo, la dueña de mis poemas.
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