Artista circense.
Poema publicado el 12 de Junio de 2009
Que podre contar a la melancolía
Un solo corazón perdido, sin clamor
Un verso herido en mis manos ciegas
Que puedo perder si ya estoy perdido
Me iré con la brisa del miedo
Desgarrando mi suerte
En el arte ingenuo de mutilar mis sueños,
Divago en la catedral de tu cuerpo
Con lágrimas de anhelo
Divago tu altar con mi paladar dilatado.
En el teatro de mis escombros
Veo desvanecer la luz de mi jardín
El clamor de la multitud de sentimientos tristes
Me ahogan con su afán delirante,
Esta es la última escena
Dando el paso a lo fugaz
Con un último verso inerte a tu cuerpo
Con un último beso aferrado a mis pupilas.
La soledad es un triste lugar sin tu imagen
Un teatro – un circo sin brillo,
Me hablan tantas voces en el olvido
Nadie puede entender el suicidio
De la belleza en los latidos inertes de una rosa
Escucha mi triste canción
Frente al gran espectador
Que le he llamado soledad ajena,
Nadie puede oír lo que mis labios rezan
Lo que me dicta la razón.
Estoy sentado frente al gran espejo
De mi corazón desecho,
Sentado en este teatro – en este circo
De soledades y besos efímeros,
Recorro can la mirada el dulce abismo
De estar presente en las mismas escenas.
Soy ese artista circense
Violinista de tus fantasías
Ingenuo poeta moribundo
Mendigo del aroma de tu cuerpo
Soy ese artista suicida de tus besos
Lazarillo fiel de tus recuerdos.
Sin nada que perder y tan perdido
Inmerso en tu brillo.
Poema publicado el 12 de Junio de 2009
Que podre contar a la melancolía
Un solo corazón perdido, sin clamor
Un verso herido en mis manos ciegas
Que puedo perder si ya estoy perdido
Me iré con la brisa del miedo
Desgarrando mi suerte
En el arte ingenuo de mutilar mis sueños,
Divago en la catedral de tu cuerpo
Con lágrimas de anhelo
Divago tu altar con mi paladar dilatado.
En el teatro de mis escombros
Veo desvanecer la luz de mi jardín
El clamor de la multitud de sentimientos tristes
Me ahogan con su afán delirante,
Esta es la última escena
Dando el paso a lo fugaz
Con un último verso inerte a tu cuerpo
Con un último beso aferrado a mis pupilas.
La soledad es un triste lugar sin tu imagen
Un teatro – un circo sin brillo,
Me hablan tantas voces en el olvido
Nadie puede entender el suicidio
De la belleza en los latidos inertes de una rosa
Escucha mi triste canción
Frente al gran espectador
Que le he llamado soledad ajena,
Nadie puede oír lo que mis labios rezan
Lo que me dicta la razón.
Estoy sentado frente al gran espejo
De mi corazón desecho,
Sentado en este teatro – en este circo
De soledades y besos efímeros,
Recorro can la mirada el dulce abismo
De estar presente en las mismas escenas.
Soy ese artista circense
Violinista de tus fantasías
Ingenuo poeta moribundo
Mendigo del aroma de tu cuerpo
Soy ese artista suicida de tus besos
Lazarillo fiel de tus recuerdos.
Sin nada que perder y tan perdido
Inmerso en tu brillo.
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