Simplemente - Poemas de Jorge Robledo Ortiz

Nos dijimos adi贸s.
La tarde estaba        
llorando nuestra despedida.
Nos dijimos adi贸s tan simplemente
que pas贸 nuestra pena inadvertida.

No hubo angustia en tus ojos
ni en mis ojos.
No hubo un gesto en tu boca
ni en la m铆a.
Y, no obstante, en el cruce de las manos
calladamente te dej茅 la vida.

Fuiste valiente con tu indiferencia
y fui valiente con mi hipocres铆a,
nos separamos como dos extra帽os
cuando toda la sangre nos un铆a.

Pero tuvo que ser
y fue mi llanto,
sin una escena ni una cobard铆a.
T煤 te fuiste pensando en el olvido
y yo pensando en la melancol铆a.

Hoy s贸lo resta de esa vieja tarde
un recuerdo,
una fecha
y una rima.
As铆, sencillamente nos jugamos
el coraz贸n en una despedida...