Querida estrella
Poema publicado el 21 de Febrero de 2013
El invierno dejó de ser invierno
cuando dejé de hablar con ella,
la luna se veía cada noche
pero nunca encontraba mi estrella.
Hice una promesa eterna,
le prometí que nunca más dejaría de verla
y que en la noche mas oscura solo existiría ella.
Muy tonto fui por creerla
por pensar que nunca se marcharía
ya no está ninguna noche
a pesar de que la quería.
Y si la culpa fue mía
por dejarla de ver por un instante
esa pregunta me la hago cada día
y casi siempre me siento culpable.
He cometido muchos errores,
he dejado un alma vacía,
he vivido en tiempos mejores,
ahora he desperdiciado mi vida.
Tendría que pedir disculpas por muchas cosas
quiero levantarme pero no se si debería,
puedo hacer que mi vida sea un camino de rosas
pero siempre me acompañará una eterna espina.
Podrías escucharme por un momento,
acerca el oído a mi pecho y escucha con atención
por favor quiero que te sumerjas ahí dentro
y me digas si escuchas los latidos de mi corazón.
No puedes escucharlo, no hay ningún latido
porque mis bonitos momentos
parece que se han ido
y no los encuentro.
Solo siento dolor, tristeza
clavos ardiendo en mi corazón
no existe cariño, no existe belleza
las dos se fueron por alguna razón.
Dime cualquier cosa, aunque no quieras saber nada de mi
necesito escuchar tus bonitas palabras
porque ellas hicieron que me fijara en ti,
ellas quisieron que te enamorara.
Querida estrella, gracias por estar conmigo cada día
gracias por saber guiarme por los buenos caminos
aunque mi corazón no tenga latidos
hay algo que nunca se olvida.
Tus ojos marrones
tu dulce sonrisa
tu pelo castaño
tu bella alegría.
Dulce poesía
princesa desaparecida
amor imposible
eterna alegría.
La luz de la oscuridad
la sombra de la claridad
las olas del mar
el destino final.
Jose Silva Viana
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Poema publicado el 21 de Febrero de 2013
El invierno dejó de ser invierno
cuando dejé de hablar con ella,
la luna se veía cada noche
pero nunca encontraba mi estrella.
Hice una promesa eterna,
le prometí que nunca más dejaría de verla
y que en la noche mas oscura solo existiría ella.
Muy tonto fui por creerla
por pensar que nunca se marcharía
ya no está ninguna noche
a pesar de que la quería.
Y si la culpa fue mía
por dejarla de ver por un instante
esa pregunta me la hago cada día
y casi siempre me siento culpable.
He cometido muchos errores,
he dejado un alma vacía,
he vivido en tiempos mejores,
ahora he desperdiciado mi vida.
Tendría que pedir disculpas por muchas cosas
quiero levantarme pero no se si debería,
puedo hacer que mi vida sea un camino de rosas
pero siempre me acompañará una eterna espina.
Podrías escucharme por un momento,
acerca el oído a mi pecho y escucha con atención
por favor quiero que te sumerjas ahí dentro
y me digas si escuchas los latidos de mi corazón.
No puedes escucharlo, no hay ningún latido
porque mis bonitos momentos
parece que se han ido
y no los encuentro.
Solo siento dolor, tristeza
clavos ardiendo en mi corazón
no existe cariño, no existe belleza
las dos se fueron por alguna razón.
Dime cualquier cosa, aunque no quieras saber nada de mi
necesito escuchar tus bonitas palabras
porque ellas hicieron que me fijara en ti,
ellas quisieron que te enamorara.
Querida estrella, gracias por estar conmigo cada día
gracias por saber guiarme por los buenos caminos
aunque mi corazón no tenga latidos
hay algo que nunca se olvida.
Tus ojos marrones
tu dulce sonrisa
tu pelo castaño
tu bella alegría.
Dulce poesía
princesa desaparecida
amor imposible
eterna alegría.
La luz de la oscuridad
la sombra de la claridad
las olas del mar
el destino final.
Jose Silva Viana
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