El milagro de la vida.
Poema publicado el 29 de Enero de 2009
A mi amiga:
Amiga, hoy quiero contarte en mis palabras,
El milagro de la vida.
Hace mucho tiempo anhelé
Poder tener un bebé...
Y un día... me di cuenta
De que madre iba a ser.
Amiga: no te podría explicar con palabras,
Lo que en ese momento sentí...
Solo créeme... la mujer más feliz fui...
Al paso del tiempo, tan solo una cuantas semanas ¡lo sentí!
Daba pequeñas pataditas... me daba la impresión de que quería
Que supiéramos que él estaba ahí,
Pataleaba y me decía:
- ¡Hola mami, ya vivo aquí!
Yo tomaba la mano de mi esposo, y le decía emocionada:
- Anda, mira, ¡toca aquí!
Mi bebé aún más emocionado,
Se movía más y más, y casi se quería salir,
Mi esposo asombrado,
Le hablaba a mi estómago
Y solo acertaba a decir:
- Mira, me reconoce sabe que ¡Yo soy su papá!
Amiga:
Es tan grande la emoción que sentimos,
que solo nos abrazamos
Y... llorando a los ojos nos miramos...
Pasaba el tiempo,
y cada día que pasaba nos parecía muy largo,
Pero aún así era un día menos para tener
¡ en nuestros brazos a nuestro bebé!
Día con día pedíamos al cielo:
¡ oh Señor que nuestros bebé
Llegue con bien!
Cada noche que pasaba platicábamos con él,
Su papá le contaba como en su trabajo le fue,
Y le decía: - ¿Cómo te portaste hoy chiquitín?
¡Ya te quiero en mis brazos mecer!
Yo, todo el día platicaba con él,
Le decía lo que íbamos a comer,
Le describía el color de los árboles...
Lo inmenso del mar...
Todos los colores de las flores...
Y lo lindo de las mariposas al volar...
Por las noches, le leíamos cuentos
Para arrullar sus sueños,
Otras veces se nos iba el tiempo en pensar...
Imaginábamos ¿Cómo será?
Yo me preguntaba si tendría su mirar...
Mientras él se preguntaba cuanto lo amaba ya.
Un día fuimos a un ultrasonido
Y por primera vez lo vimos,
Mi esposo y yo llorábamos,
Mientras su pequeño corazón latía y latía,
De repente ¡Levanto una manita!
Lo vimos tan frágil, tan pequeño,
Tan indefenso, tan lindo...
Que cada uno de nosotros en nuestro corazón
Le prometimos mucho amor.
Por fin una noche, llegaron los avisos de alumbramiento,
Nos embargo de repente una sensación agradable:
Y es que por fin iba a nacer... por fin
Lo podríamos ver y besar y acariciar...
Por fin aquí estaba ya.
Ahora lo veíamos tal cual era,
Con sus manitas pequeñas,
Con su carita tierna...
Ahora ya era parte de nuestras vidas.
Hoy agradezco a Dios,
Por el maravilloso esposo que me ha dado
Y por la maternidad que no me ha negado...
Y le prometemos cuidar de él siempre,
Apoyarlo y respetarlo,
Pero sobre todo!
¡AMARLO!
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Poema publicado el 29 de Enero de 2009
A mi amiga:
Amiga, hoy quiero contarte en mis palabras,
El milagro de la vida.
Hace mucho tiempo anhelé
Poder tener un bebé...
Y un día... me di cuenta
De que madre iba a ser.
Amiga: no te podría explicar con palabras,
Lo que en ese momento sentí...
Solo créeme... la mujer más feliz fui...
Al paso del tiempo, tan solo una cuantas semanas ¡lo sentí!
Daba pequeñas pataditas... me daba la impresión de que quería
Que supiéramos que él estaba ahí,
Pataleaba y me decía:
- ¡Hola mami, ya vivo aquí!
Yo tomaba la mano de mi esposo, y le decía emocionada:
- Anda, mira, ¡toca aquí!
Mi bebé aún más emocionado,
Se movía más y más, y casi se quería salir,
Mi esposo asombrado,
Le hablaba a mi estómago
Y solo acertaba a decir:
- Mira, me reconoce sabe que ¡Yo soy su papá!
Amiga:
Es tan grande la emoción que sentimos,
que solo nos abrazamos
Y... llorando a los ojos nos miramos...
Pasaba el tiempo,
y cada día que pasaba nos parecía muy largo,
Pero aún así era un día menos para tener
¡ en nuestros brazos a nuestro bebé!
Día con día pedíamos al cielo:
¡ oh Señor que nuestros bebé
Llegue con bien!
Cada noche que pasaba platicábamos con él,
Su papá le contaba como en su trabajo le fue,
Y le decía: - ¿Cómo te portaste hoy chiquitín?
¡Ya te quiero en mis brazos mecer!
Yo, todo el día platicaba con él,
Le decía lo que íbamos a comer,
Le describía el color de los árboles...
Lo inmenso del mar...
Todos los colores de las flores...
Y lo lindo de las mariposas al volar...
Por las noches, le leíamos cuentos
Para arrullar sus sueños,
Otras veces se nos iba el tiempo en pensar...
Imaginábamos ¿Cómo será?
Yo me preguntaba si tendría su mirar...
Mientras él se preguntaba cuanto lo amaba ya.
Un día fuimos a un ultrasonido
Y por primera vez lo vimos,
Mi esposo y yo llorábamos,
Mientras su pequeño corazón latía y latía,
De repente ¡Levanto una manita!
Lo vimos tan frágil, tan pequeño,
Tan indefenso, tan lindo...
Que cada uno de nosotros en nuestro corazón
Le prometimos mucho amor.
Por fin una noche, llegaron los avisos de alumbramiento,
Nos embargo de repente una sensación agradable:
Y es que por fin iba a nacer... por fin
Lo podríamos ver y besar y acariciar...
Por fin aquí estaba ya.
Ahora lo veíamos tal cual era,
Con sus manitas pequeñas,
Con su carita tierna...
Ahora ya era parte de nuestras vidas.
Hoy agradezco a Dios,
Por el maravilloso esposo que me ha dado
Y por la maternidad que no me ha negado...
Y le prometemos cuidar de él siempre,
Apoyarlo y respetarlo,
Pero sobre todo!
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