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2.4 (b)-oración desesperada - Poemas de Juan Emanuel Sanchez Miranda



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2.4 (b)-oración desesperada
Poema publicado el 10 de Enero de 2024

Deseo llorar, se quema
mi alma, evaporando
mis ojos secos. Soñando
grito con fuerza, la nena
que me buscaba no ha hallado
manera de dar conmigo.
He perdido a mis amigos,
de otra me he enamorado,
mi corazón padece marchitado
de Dios alejado, jodido, aplastado
por el dolor terrible del pecado,
el amor insoluble a mi pasado.

La Luna que mi amor alumbraba
de mí su luz ha escondido.
A mi vientre yo he servido
como cuando mal continuo obraba.

Dame, Dios, fuerza, tu Espíritu.
Purifícame, Santo, soy tu hijo,
eres Tú el que me dijo
que nunca me abandonarías,
que dondequiera te meterías
para ponerme bajo tu abrigo.

Padre, ven siempre conmigo,
más que en Ti no tengo otro amigo.
Dame tu luz, de tu amor inunda
mi tiempo, alma, mente y destino
haciendo mis lágrimas fecundas,
alejándome del mal y de Ti no.

Mi corazón está endurecido,
duro como una red de grafeno,
necesito tu mimo tierno,
necesito tu abrazo de Padre Bueno.
Me siento en el umbral de la muerte
alejado de Dios como cien mil millas.
¡Bota, Señor, ese cuentamillas!
¡Déjame de nuevo en frente verte!

Yo sé, mi Dios, que Tú perdonas
la iniquidad de los que a Ti socorro
claman arrepentidos, pero yo corro
a cometer mal contra Tu Persona,
y así también contra mis padres.
Te suplico que mis manos amarres
a mis pies como a Pablo hicistes
si así voy a hacer, que como vistes
al miserable, pobre, desventurado y desnudo
aprietes con tu poder el nudo
y me ciñas de ropa santa.
Quiero, Señor, que si mi boca canta
y como Rey que eres te adora
sea sólo por Tu Espíritu
que lo haga en aquella hora.

Amén, señor, me has consolado.
Esto es un diálogo, yo he hablado
y Tú aquí, estando a mi lado
es como si un beso de padre me hubieses dado.
Algo grandísimo con aquella chica hicistes
tal que mi poesía se concentró en ella
pero lo sé, Dios, no beso yo estrellas,
quiero la que Tú has considerado.

Tráela a mí lo más rápido posible,
de compañía estoy necesitado.
No estoy yo enamorado
sino de Ti que no me has fallado.
Entonces en mi más sincero respeto
te pido que ya lo hagas, que en ella
el método de Tu gracia consista
y que junto a ella mi alma resista
del mundo en esta vida el reto.

En el nombre de Cristo al Padre llega
la oración de un gusano vil,
gracias al poder del Hijo, quien servil
vino a por mí morir. Él es quien pega
todo mi pecado en la cruz.
Gracias por subir de la tierra.
AMÉN


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