Paisajes
Poema publicado el 27 de Septiembre de 2015
PAISAJES
La naturaleza ofrece
paisajes recién pintados,
tonalidades distintas,
con sombras, luces y claros.
Azules lagos que anidan
en los picachos más altos,
donde sólo llega el cóndor
por las corrientes guiado.
Cadenas de blanco lino
y de algodón enramado
besan las nubes viajeras
si el cielo no está estrellado.
Helios, mira sus vestidos,
con las cumbres se ha enfadado,
y a su uniforme, con fuego,
dura guerra ha declarado.
Rasga jirones en ellas,
y las montañas llorando
lágrimas que se deslizan
por los riachuelos bajando.
Llegan al llano, sentidas,
buscan consuelo en el prado,
y un pañuelo de hojas verdes
seca piadoso su llanto.
Alfombras de terciopelo
usa la tierra por manto,
para abrigarse, aterida,
porque el sol la ha abandonado.
Ejército de gigantes,
de miles brazos dotados,
enarbolan largas lanzas
pero que a nadie hacen daño.
Sólo apuntan a los cielos,
sin ballestas ni disparos,
buscando la blanca luz
que sus hojas van usando.
Llanuras de limpia arena,
omatidios de ojos claros,
espejos que reverberan
al amanecer, brillando
Juan Rosales Jurado
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Poema publicado el 27 de Septiembre de 2015
PAISAJES
La naturaleza ofrece
paisajes recién pintados,
tonalidades distintas,
con sombras, luces y claros.
Azules lagos que anidan
en los picachos más altos,
donde sólo llega el cóndor
por las corrientes guiado.
Cadenas de blanco lino
y de algodón enramado
besan las nubes viajeras
si el cielo no está estrellado.
Helios, mira sus vestidos,
con las cumbres se ha enfadado,
y a su uniforme, con fuego,
dura guerra ha declarado.
Rasga jirones en ellas,
y las montañas llorando
lágrimas que se deslizan
por los riachuelos bajando.
Llegan al llano, sentidas,
buscan consuelo en el prado,
y un pañuelo de hojas verdes
seca piadoso su llanto.
Alfombras de terciopelo
usa la tierra por manto,
para abrigarse, aterida,
porque el sol la ha abandonado.
Ejército de gigantes,
de miles brazos dotados,
enarbolan largas lanzas
pero que a nadie hacen daño.
Sólo apuntan a los cielos,
sin ballestas ni disparos,
buscando la blanca luz
que sus hojas van usando.
Llanuras de limpia arena,
omatidios de ojos claros,
espejos que reverberan
al amanecer, brillando
Juan Rosales Jurado
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