Extenuado y desenvuelto por el desaire de tu mirada
Poema publicado el 12 de Enero de 2010
Todo esto que siento,
que observo, no es más que una
aberración,
un espejismo, en la butaca vacía
del desastre;
con el temor de ser visto,
de no robarme tus anhelos,
y ofrecerlos al primer postor que me
encuentre en mi camino;
para luego entretenerme como
un dogo con cualquier zapatilla
de mujer,
o una tobillera de mi hija y
hacerla girones, gruñir de un lado a
otro, devastarla, quitarla de mi vista,
recogerla de algún lugar nada olvidado
ir por ella, mostrársela a otro perro
que rivalice con mi euforia, jugar a
las tiradas, a las fuercitas, o con mi hermano
un poco grandulón; pero no me doblegaré,
le saco la curva, le hago a un lado con
mis pequeñas caderas, insolente perro
no quiere jugar;
con la mirada en el vacío tiro la mona en cualquier lugar...
ah, cómo quisiera correr como esos jóvenes calle abajo
sobre los camiones de carga y
trailers llenos de desechos, piedras,
tierra, cascajo, agua inmunda que se yo...
y yo de nuevo estableciendo un consuelo
para mi perdida mirada,
para mi denuedo ultrajado por el sol,
desesperado por verte nuevamente,
y en esa espera lo sublime se desencaja
un destello en la sombra me desgarra
los anhelos;
encumbro el viaje de narrar,
de sobrevivir al tiempo que me desgasto;
mi piel arrecia en la mañana
con el canto a voluntad de los grillos
pero mis consejos se pierden
la misa de caminar todos los días rumbo al encuentro
de nada me revienta las venas;
zanja mi credulidad en la terrena tierra,
mueve mis ocasos, exprime mis olvidos
nada se de ti, sólo se que desciendes del colectivo
y pagas tu pasaje; bajo en la 19 dices y te pierdes
en una calle insólita, tu cuerpo sin cadencia,
tu pregón en el vacío, tu voz, tu pelo
el aroma pulcro de tus jazmines
decanta el cielo; acto seguido más adelante
desciendo yo, mis pisadas se pierden
loma abajo en la oscura y fría noche
callado y sobrio.... extraviado y alegre,
“blanco” viene a mi encuentro menea su cola,
yo no puedo hacer lo mismo, lo intento
vuelvo a la realidad...
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Poema publicado el 12 de Enero de 2010
Todo esto que siento,
que observo, no es más que una
aberración,
un espejismo, en la butaca vacía
del desastre;
con el temor de ser visto,
de no robarme tus anhelos,
y ofrecerlos al primer postor que me
encuentre en mi camino;
para luego entretenerme como
un dogo con cualquier zapatilla
de mujer,
o una tobillera de mi hija y
hacerla girones, gruñir de un lado a
otro, devastarla, quitarla de mi vista,
recogerla de algún lugar nada olvidado
ir por ella, mostrársela a otro perro
que rivalice con mi euforia, jugar a
las tiradas, a las fuercitas, o con mi hermano
un poco grandulón; pero no me doblegaré,
le saco la curva, le hago a un lado con
mis pequeñas caderas, insolente perro
no quiere jugar;
con la mirada en el vacío tiro la mona en cualquier lugar...
ah, cómo quisiera correr como esos jóvenes calle abajo
sobre los camiones de carga y
trailers llenos de desechos, piedras,
tierra, cascajo, agua inmunda que se yo...
y yo de nuevo estableciendo un consuelo
para mi perdida mirada,
para mi denuedo ultrajado por el sol,
desesperado por verte nuevamente,
y en esa espera lo sublime se desencaja
un destello en la sombra me desgarra
los anhelos;
encumbro el viaje de narrar,
de sobrevivir al tiempo que me desgasto;
mi piel arrecia en la mañana
con el canto a voluntad de los grillos
pero mis consejos se pierden
la misa de caminar todos los días rumbo al encuentro
de nada me revienta las venas;
zanja mi credulidad en la terrena tierra,
mueve mis ocasos, exprime mis olvidos
nada se de ti, sólo se que desciendes del colectivo
y pagas tu pasaje; bajo en la 19 dices y te pierdes
en una calle insólita, tu cuerpo sin cadencia,
tu pregón en el vacío, tu voz, tu pelo
el aroma pulcro de tus jazmines
decanta el cielo; acto seguido más adelante
desciendo yo, mis pisadas se pierden
loma abajo en la oscura y fría noche
callado y sobrio.... extraviado y alegre,
“blanco” viene a mi encuentro menea su cola,
yo no puedo hacer lo mismo, lo intento
vuelvo a la realidad...
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