Clemente pecado
Poema publicado el 16 de Abril de 2010
Derrama la sangre, esa que en ti fluye
Para perdurar tu vida y tu existencia,
Quítate la piel, esa que te cubre
Te embellece y protege tu esencia.
Cierra tus lumbreras, déjalas que sueñen
Que caminen al mundo del deseo.
Déjalas que sean libres, que piensen, que jueguen y
Cometan las cosas que tu YO les prohíbe.
Déjate llevar, suelta tu melena,
Escucha el crepitar del fuego en tu corazón
Él te pide agua para calmar la pasión,
El calor, la sed, esa llama de codicia que te invade.
Desnúdate. Hoy quiero divisar tus cumbres.
Jinetear sobre tu campo fértil,
Navegar en el océano de tu locura
Y llegar hasta el fondo de tu mar,
Ver el brillo azul de tu perla bendita,
Encandilarme de belleza, pura y santificada.
Dame la mano, entrégate sin miedo.
Seamos, nuevamente ese ser fantástico,
Esa unidad que el mismo Zeus,
Con su poder indigno disipó.
Seamos uno. Hombre y Mujer.
Báñame de besos, embriágame de tu licor.
Desnúdate, desnúdate y desnúdate,
Seamos el alma forjada de Dios,
El amor supremo, humeante pasión,
El perdón sagrado, el piadoso pecado,
Y la divina unción.
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Poema publicado el 16 de Abril de 2010
Derrama la sangre, esa que en ti fluye
Para perdurar tu vida y tu existencia,
Quítate la piel, esa que te cubre
Te embellece y protege tu esencia.
Cierra tus lumbreras, déjalas que sueñen
Que caminen al mundo del deseo.
Déjalas que sean libres, que piensen, que jueguen y
Cometan las cosas que tu YO les prohíbe.
Déjate llevar, suelta tu melena,
Escucha el crepitar del fuego en tu corazón
Él te pide agua para calmar la pasión,
El calor, la sed, esa llama de codicia que te invade.
Desnúdate. Hoy quiero divisar tus cumbres.
Jinetear sobre tu campo fértil,
Navegar en el océano de tu locura
Y llegar hasta el fondo de tu mar,
Ver el brillo azul de tu perla bendita,
Encandilarme de belleza, pura y santificada.
Dame la mano, entrégate sin miedo.
Seamos, nuevamente ese ser fantástico,
Esa unidad que el mismo Zeus,
Con su poder indigno disipó.
Seamos uno. Hombre y Mujer.
Báñame de besos, embriágame de tu licor.
Desnúdate, desnúdate y desnúdate,
Seamos el alma forjada de Dios,
El amor supremo, humeante pasión,
El perdón sagrado, el piadoso pecado,
Y la divina unción.
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