Las vueltas de la vida
Poema publicado el 28 de Marzo de 2009
Como una vez fue, hoy de nuevo me encuentro solo, bueno no solo en la soledad del que no tiene la gracia de Dios, no, quizá en la soledad del que desea recomenzar, y sin caminar sobre sus pasos ya andados, requiere de la renovación de la oruga.
Crecen en mi muchos dolores antiguos, afloran casi todas las sensaciones de tristeza, se me abre el alma dejando escapar llantos, gemidos y quejas. Nadie me escucha hoy en la casa que un día fue un hogar, nadie sabe si duermo, como o lloro, nadie siente mi dolor y el mundo sigue andando. Por que todos siguen respirando?, a que se debe que nadie se detenga?, como es posible que la vida sigue su curso y a mí me falta el aire y la respiración, si me ahogo en el llanto amargo del desamor?
Como se llama esto que no me deja dormir, que nombre le pongo a este olor nauseabundo a moho, resinas y hierro que emana de mi corazon, que alma impía me deja como macabro regalo en su puerta del mio, una rosa sin pétalos, marchita y llena de espinas venenosas? Acaso no tengo yo el derecho a ser feliz, pero si la felicidad ya la conocí, donde te fuiste que hoy me dejas solo y con los ojos llenos de penumbras. Donde está el faro de mi amor que ahora abandono mi pobre vida?
Serenidad, serenidad y paciencia. Confianza, confianza y esperanza que llegara el día. Solo ruego que no me sorprenda la muerte de momento en los instantes que halle la felicidad, porque la ira me volverá a matar y la inconformidad me condenara al más oscuro de los rincones del universo de dios.
Tu vida, tú que una vez que empiezas solo queda en las manos del creador su fin, tú que me has observado y guiado desde mi nacimiento, te estoy hablando a ti, y si en una de tus vueltas pretendas dejarme sin el amor del ser que deposita en mi su cariño, si te atreves solo a pensar, a presumir que en uno de tantos giros voy a caer rendido suplicándote, lo que por derecho me corresponde, te equivocas. Para tu consumo, he recibido la promesa de la evolución del ser que amo, me han acariciado el alma con la esperanza que propondrá el cambio y lo cumplirá, así pues, no te atrevas a irte de mí ahora, porque se abrirá el cielo en dos, y como una mala profecía te juro que te mato vida. No te salvaras de la centella de mis gritos de desesperación, no habrá espacio en el espacio donde no te encuentre y te cobre con creces la defachatez de de haberme abandonado a destiempo. No eres dueña de mi destino, tu solo quedate aquí, no me dejes solo que el resto es trabajo mio.
Además esta advertencia no es solo por mí, también la hago en nombre de él, no te atrevas a presumir ni un solo cabello, ni un solo suspiro, no se te antoje el manjar equivocado de empujar a mi amor a la locura o el desespero, deja claro a quien este claro y lleva la oscuridad a quien no quiere la luz, pero ay del universo si en una de tantas vueltas tus antojos los conduces a mi amado… Porque te juro que con el último suspiro de mi alma, de tantas vuelta que da la vida, te hare parar y devolvérmelo, porque es mío, me pertenece y no lo perderé. Más bien, dale fuerzas, deja que sus pulmones se llenen de nuevos aires y regrésalo a mi transformado en la promesa empeñada.
Y ahora te voy a hablar a ti mi Dios, tu me conces y sabes quien soy, los designios de tu mano, son los únicos dueños del destino, y en ti confio mi alma y sobre todo, mi amor.
Aquí te dejo estas mi esperanza, que espero no se convierta en mi última voluntad, porque ahora es cuando quiero saber si tienes la suficiente fuerza de cumplirme.
Luis E. García
16 de Septiembre de 2008 4:52 a.m
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Poema publicado el 28 de Marzo de 2009
Como una vez fue, hoy de nuevo me encuentro solo, bueno no solo en la soledad del que no tiene la gracia de Dios, no, quizá en la soledad del que desea recomenzar, y sin caminar sobre sus pasos ya andados, requiere de la renovación de la oruga.
Crecen en mi muchos dolores antiguos, afloran casi todas las sensaciones de tristeza, se me abre el alma dejando escapar llantos, gemidos y quejas. Nadie me escucha hoy en la casa que un día fue un hogar, nadie sabe si duermo, como o lloro, nadie siente mi dolor y el mundo sigue andando. Por que todos siguen respirando?, a que se debe que nadie se detenga?, como es posible que la vida sigue su curso y a mí me falta el aire y la respiración, si me ahogo en el llanto amargo del desamor?
Como se llama esto que no me deja dormir, que nombre le pongo a este olor nauseabundo a moho, resinas y hierro que emana de mi corazon, que alma impía me deja como macabro regalo en su puerta del mio, una rosa sin pétalos, marchita y llena de espinas venenosas? Acaso no tengo yo el derecho a ser feliz, pero si la felicidad ya la conocí, donde te fuiste que hoy me dejas solo y con los ojos llenos de penumbras. Donde está el faro de mi amor que ahora abandono mi pobre vida?
Serenidad, serenidad y paciencia. Confianza, confianza y esperanza que llegara el día. Solo ruego que no me sorprenda la muerte de momento en los instantes que halle la felicidad, porque la ira me volverá a matar y la inconformidad me condenara al más oscuro de los rincones del universo de dios.
Tu vida, tú que una vez que empiezas solo queda en las manos del creador su fin, tú que me has observado y guiado desde mi nacimiento, te estoy hablando a ti, y si en una de tus vueltas pretendas dejarme sin el amor del ser que deposita en mi su cariño, si te atreves solo a pensar, a presumir que en uno de tantos giros voy a caer rendido suplicándote, lo que por derecho me corresponde, te equivocas. Para tu consumo, he recibido la promesa de la evolución del ser que amo, me han acariciado el alma con la esperanza que propondrá el cambio y lo cumplirá, así pues, no te atrevas a irte de mí ahora, porque se abrirá el cielo en dos, y como una mala profecía te juro que te mato vida. No te salvaras de la centella de mis gritos de desesperación, no habrá espacio en el espacio donde no te encuentre y te cobre con creces la defachatez de de haberme abandonado a destiempo. No eres dueña de mi destino, tu solo quedate aquí, no me dejes solo que el resto es trabajo mio.
Además esta advertencia no es solo por mí, también la hago en nombre de él, no te atrevas a presumir ni un solo cabello, ni un solo suspiro, no se te antoje el manjar equivocado de empujar a mi amor a la locura o el desespero, deja claro a quien este claro y lleva la oscuridad a quien no quiere la luz, pero ay del universo si en una de tantas vueltas tus antojos los conduces a mi amado… Porque te juro que con el último suspiro de mi alma, de tantas vuelta que da la vida, te hare parar y devolvérmelo, porque es mío, me pertenece y no lo perderé. Más bien, dale fuerzas, deja que sus pulmones se llenen de nuevos aires y regrésalo a mi transformado en la promesa empeñada.
Y ahora te voy a hablar a ti mi Dios, tu me conces y sabes quien soy, los designios de tu mano, son los únicos dueños del destino, y en ti confio mi alma y sobre todo, mi amor.
Aquí te dejo estas mi esperanza, que espero no se convierta en mi última voluntad, porque ahora es cuando quiero saber si tienes la suficiente fuerza de cumplirme.
Luis E. García
16 de Septiembre de 2008 4:52 a.m
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