La razón de mi deseo
Poema publicado el 12 de Julio de 2011
Camino sobre el fuego, sin miedo a quemarme
la marca sobre mi mano mancha de dolor mis apagadas noches,
la sangre impune de mis recuerdos atormenta mi lejana calma.
El eco de tu nombre me recuerda que aún soy un hombre mortal
el silencio de tus labios me transporta a aquella noche
en que me sedujiste a mi cercana perdición
El honor que he perdido me recuerda la libertad,
pues ya nunca la volveré a tener.
La sed de mis labios y el ardor de mis heridas
me provoca alucinaciones de amor perdido
y me trasladan al infierno que haz creado para mi.
Cumplí con mi palabra, y apagué tu sed con su amor
y ahora quieres cobrar con mi dignidad.
Te haz convertido en la razón de mi deseo,
paso a paso me enredo en el laberinto de pecado
y susurro al viento mis macabras obras.
El filo de tu orgullo quebrantó el mio
y ahora que estoy perdiendo imploro la absurda justicia
que nunca me vas a tener.
Cometí el error mas grande que eres tú
y ahora vienes a cobrar el precio de mi existir.
Lástima que aunque te odio, mi vida te pertenece
y solo espero el momento de pagar.
sábado, 12 de febrero de 2011. estuardo.mendoza@hotmail.com
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Poema publicado el 12 de Julio de 2011
Camino sobre el fuego, sin miedo a quemarme
la marca sobre mi mano mancha de dolor mis apagadas noches,
la sangre impune de mis recuerdos atormenta mi lejana calma.
El eco de tu nombre me recuerda que aún soy un hombre mortal
el silencio de tus labios me transporta a aquella noche
en que me sedujiste a mi cercana perdición
El honor que he perdido me recuerda la libertad,
pues ya nunca la volveré a tener.
La sed de mis labios y el ardor de mis heridas
me provoca alucinaciones de amor perdido
y me trasladan al infierno que haz creado para mi.
Cumplí con mi palabra, y apagué tu sed con su amor
y ahora quieres cobrar con mi dignidad.
Te haz convertido en la razón de mi deseo,
paso a paso me enredo en el laberinto de pecado
y susurro al viento mis macabras obras.
El filo de tu orgullo quebrantó el mio
y ahora que estoy perdiendo imploro la absurda justicia
que nunca me vas a tener.
Cometí el error mas grande que eres tú
y ahora vienes a cobrar el precio de mi existir.
Lástima que aunque te odio, mi vida te pertenece
y solo espero el momento de pagar.
sábado, 12 de febrero de 2011. estuardo.mendoza@hotmail.com
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