Noche de recuerdos
Poema publicado el 13 de Mayo de 2010
A las primeras sombras de la oscura noche me paseo inmóvil dentro de un universo difícilmente entendible por mentes ajenas, un universo regido por un ausente ser, un ser que no quiere estar, que no desea apiadarse de lo que deja, de lo que mata con el susurro del olvido, con el murmullo de lágrimas que no desea escurrir, lágrimas que no se han visto aún tocar sus mejillas...
¿Qué me invade? es acaso este ingrato sentimiento, estos deseos inmensos de ahogarme en llanto, esas miradas que en mi mente se consumen y que en mi corazón se marchitan, esos besos que se pierden entre aterradoras malezas de indudable confusión, esas caricias que me agobian por quererlas sentir, por añorarlas otra vez...
Pero divagante estoy caminando sin pasos en medio de nada, simplemente de recuerdos, de anhelos que ya no se perciben con claridad, de todo aquello que una vez fue, pero que nunca volverá a ser, ser; ser que dejas destellando de dolor este mi corazón que una vez ennobleció su existencia y que sin pensar se entregaba en elogio a tu ser...
Y no niego los ardientes deseos de quebrarme en torrentes de salado dolor, de amargo martirio, no, no lo niego, no niego que es por ti, por ti, ser que partiste sin decir nada más que palabras inarticuladas que doblegan mi orgullo ante tan fuerte vínculo que se disipa frente a tan débil ruptura...
Es hoy cuando percibo lo que antes no quería ver, es hoy cuando entiendo que por lo menos sentir tu presencia ante mí era lo único que me daba fuerzas para matar el deseo de querer romper el insoportable silencio que rodeaba este universo, nuestro paralelo universo, universo que nunca fue tan compatible, pero que estaba lleno de razones para seguir batiéndonos en la interminable lucha por conseguir un ideal que sobrepasa lo increíble, lo indescifrable...
Lástima que partiste sin más que tus propias conjeturas, sin escuchar ni pedir razones, lástima que dejaste en completa desdicha el corazón que vive y quiere seguir viviendo solo por tu ser.
Pero ahora debo permanecer solo y en silencio, perdido y sin razones, dolido, casi muerto, con sólo la esperanza de algún día ganar tu perdón, de merecer tus sueños, de conquistar tus pensamientos, de llenar con mi presecia tus noches de soledad...
Lástima que partiste, lástima que esta es sólo una noche de recuerdos... de recuerdos nada más...
estuardo.mendoza@hotmail.com, viernes, 18 de noviembre de 2005
¿ Te gustó este poema? Compártelo:
Poema publicado el 13 de Mayo de 2010
A las primeras sombras de la oscura noche me paseo inmóvil dentro de un universo difícilmente entendible por mentes ajenas, un universo regido por un ausente ser, un ser que no quiere estar, que no desea apiadarse de lo que deja, de lo que mata con el susurro del olvido, con el murmullo de lágrimas que no desea escurrir, lágrimas que no se han visto aún tocar sus mejillas...
¿Qué me invade? es acaso este ingrato sentimiento, estos deseos inmensos de ahogarme en llanto, esas miradas que en mi mente se consumen y que en mi corazón se marchitan, esos besos que se pierden entre aterradoras malezas de indudable confusión, esas caricias que me agobian por quererlas sentir, por añorarlas otra vez...
Pero divagante estoy caminando sin pasos en medio de nada, simplemente de recuerdos, de anhelos que ya no se perciben con claridad, de todo aquello que una vez fue, pero que nunca volverá a ser, ser; ser que dejas destellando de dolor este mi corazón que una vez ennobleció su existencia y que sin pensar se entregaba en elogio a tu ser...
Y no niego los ardientes deseos de quebrarme en torrentes de salado dolor, de amargo martirio, no, no lo niego, no niego que es por ti, por ti, ser que partiste sin decir nada más que palabras inarticuladas que doblegan mi orgullo ante tan fuerte vínculo que se disipa frente a tan débil ruptura...
Es hoy cuando percibo lo que antes no quería ver, es hoy cuando entiendo que por lo menos sentir tu presencia ante mí era lo único que me daba fuerzas para matar el deseo de querer romper el insoportable silencio que rodeaba este universo, nuestro paralelo universo, universo que nunca fue tan compatible, pero que estaba lleno de razones para seguir batiéndonos en la interminable lucha por conseguir un ideal que sobrepasa lo increíble, lo indescifrable...
Lástima que partiste sin más que tus propias conjeturas, sin escuchar ni pedir razones, lástima que dejaste en completa desdicha el corazón que vive y quiere seguir viviendo solo por tu ser.
Pero ahora debo permanecer solo y en silencio, perdido y sin razones, dolido, casi muerto, con sólo la esperanza de algún día ganar tu perdón, de merecer tus sueños, de conquistar tus pensamientos, de llenar con mi presecia tus noches de soledad...
Lástima que partiste, lástima que esta es sólo una noche de recuerdos... de recuerdos nada más...
estuardo.mendoza@hotmail.com, viernes, 18 de noviembre de 2005
¿ Te gustó este poema? Compártelo:
Compartiendo el poema con tus amigos en facebook ayudas a la difusión de estas bellas creaciones poéticas y ayudas a dar a conocer a los poetas.
