La amiga muerta
Poema publicado el 10 de Noviembre de 2008
Averigua,
dulce coraz贸n de hermana imperdonable,
c贸mo lleg贸 hasta casa la discordia
y c贸mo nos estall贸 en las manos
un juguete que nunca deseamos, recuerda.
Nos estall贸 en las manos.
A ti te llev贸 la cara
y a m铆 la mano izquierda.
Ahora s贸lo puedo escribir
pensando en mi amiga muerta.
Ahora, dulce coraz贸n de hermana imperdonable,
s贸lo puedo escribir.
**
Averigua,
dulce hermana que nada perdonas
ni a tus huestes eliges,
d贸nde prendi贸 el mal
y qu茅 he hecho y qu茅 has hecho,
qui茅n de todas las furias
(enmascarada, soberbia),
desbarat贸 la obra que el tiempo hab铆a erguido
y se comi贸 el papel donde quedaba escrito
para el hombre venidero,
aquel que te llamaba al fondo de la carretera
con los brazos abiertos y el color de los ojos
a煤n por determinar,
la forma en que habr铆as de reconocerlo:
Llegar谩 de d铆a con los rayos del sol,
no enturbiar谩 su mirada
el fr铆o del amanecer
ni los oscuros reclamos del bosque.
Pero cuando sea la hora t煤 ya no estar谩s. Estar茅 yo.
y en ese momento del baile
la muerte
cambiar谩 de pareja.
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Poema publicado el 10 de Noviembre de 2008
Averigua,
dulce coraz贸n de hermana imperdonable,
c贸mo lleg贸 hasta casa la discordia
y c贸mo nos estall贸 en las manos
un juguete que nunca deseamos, recuerda.
Nos estall贸 en las manos.
A ti te llev贸 la cara
y a m铆 la mano izquierda.
Ahora s贸lo puedo escribir
pensando en mi amiga muerta.
Ahora, dulce coraz贸n de hermana imperdonable,
s贸lo puedo escribir.
**
Averigua,
dulce hermana que nada perdonas
ni a tus huestes eliges,
d贸nde prendi贸 el mal
y qu茅 he hecho y qu茅 has hecho,
qui茅n de todas las furias
(enmascarada, soberbia),
desbarat贸 la obra que el tiempo hab铆a erguido
y se comi贸 el papel donde quedaba escrito
para el hombre venidero,
aquel que te llamaba al fondo de la carretera
con los brazos abiertos y el color de los ojos
a煤n por determinar,
la forma en que habr铆as de reconocerlo:
Llegar谩 de d铆a con los rayos del sol,
no enturbiar谩 su mirada
el fr铆o del amanecer
ni los oscuros reclamos del bosque.
Pero cuando sea la hora t煤 ya no estar谩s. Estar茅 yo.
y en ese momento del baile
la muerte
cambiar谩 de pareja.
***
Abre los ojos, es ella otra vez.
No tengas miedo, es
una cara amiga
y te hablar谩 con las mismas palabras de siempre.
No deben sorprenderte
sus frases de agradecimiento por o铆rla ya muerta
ni sus gestos de disculpa por yacer en el suelo.
Sabes que no se ir谩
aunque t煤 te vayas
y tus ojos no quieran ver.
Sabes que no se ir谩,
seguir谩 aqu铆,
por una eternidad seguir谩 aqu铆.
Eres t煤 la que ocupas su lugar.
Eres t煤 la que llenas su tiempo.
De "De m铆 har茅 una estatua ecuestre" 1997
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