Priscillia
Poema publicado el 30 de Octubre de 2011
•
“-En la dulce Nostalgia de otoño
amarga incertidumbre del ayer
solo hallo paz, en la belleza de tus ojos
arte natural de tu divino Ser
melódica rima del vaivén de tu cuerpo
dueña del verso, que me ha visto envejecer
bendito manjar que proveen tus besos
esos mismos, que me han visto enloquecer
¡Es a ti!, hermosa reina de mis sueños
ambición perfecta, de lo que un alma puede tener
dulce primavera lejana de mi invierno
¡No me desprecies!
Por no ser más de lo que puedo ser
Poeta y soñador he sido en mi agonía
Virtud y defecto que acompaña mi camino
De dolor se han enmascarado mis días
Al ver, como se ha burlado mi destino
Temo, El llegar a amarte
Y que tu nunca logres comprenderme
Un otoño maldito seria olvidarte
Alma primaveral, sobre el precipicio de mi muerte
Aunque temprano sea el olvidar
El verso insiste en quererte
El deseo es vago en la eternidad
Cuya perpetua soledad
No es más que el deseo de poseerte”
[He visto la lujuria
en el cáliz de tus ojos encendidos
y has conocido mis penas, mi gloria y mi furia
refugio profético y poético
De lo que tú bendices...y ¡yo maldigo!]
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Poema publicado el 30 de Octubre de 2011
•
“-En la dulce Nostalgia de otoño
amarga incertidumbre del ayer
solo hallo paz, en la belleza de tus ojos
arte natural de tu divino Ser
melódica rima del vaivén de tu cuerpo
dueña del verso, que me ha visto envejecer
bendito manjar que proveen tus besos
esos mismos, que me han visto enloquecer
¡Es a ti!, hermosa reina de mis sueños
ambición perfecta, de lo que un alma puede tener
dulce primavera lejana de mi invierno
¡No me desprecies!
Por no ser más de lo que puedo ser
Poeta y soñador he sido en mi agonía
Virtud y defecto que acompaña mi camino
De dolor se han enmascarado mis días
Al ver, como se ha burlado mi destino
Temo, El llegar a amarte
Y que tu nunca logres comprenderme
Un otoño maldito seria olvidarte
Alma primaveral, sobre el precipicio de mi muerte
Aunque temprano sea el olvidar
El verso insiste en quererte
El deseo es vago en la eternidad
Cuya perpetua soledad
No es más que el deseo de poseerte”
[He visto la lujuria
en el cáliz de tus ojos encendidos
y has conocido mis penas, mi gloria y mi furia
refugio profético y poético
De lo que tú bendices...y ¡yo maldigo!]
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