Me acompañas?
Poema publicado el 16 de Septiembre de 2010
Nada de lo que tengo merezco, no debería estar en donde me encuentro en este momento.
Caí en el lugar equivocado y hoy tengo que regresar.
Ruido mucho ruido, necesito ruido. No más silencios inoportunos llenos de secretos que me revuelven el estómago, provocándome una sensación de repugnancia y desagrado.
Iremos juntos, saldremos de aquí, quizá volvamos, quizá cambiemos, quizá mañana ya no estemos.
Espero encontrar eso que vine a buscar. Pero antes de llegar al cansancio, porque lo que viene después consumirá el resto de mi energía, convirtiéndola en esa droga que hace tiempo vengo buscando y no la puedo hallar.
Debajo de esa piedra blanca que aparece con insistencia en mis sueños será debajo de ella donde seguiremos los días que nos quedan.
Solo necesitamos del sol y del aire para respirar, o quizá no necesitemos respirar.
No me digas que me calle, que bastante callada me mantuvieron allá adentro.
Déjame ser lo que realmente soy y no lo que ellos quisieron que sea.
Decídete… ¿Me acompañas o no?
No necesito de tus lágrimas no me convencerás.
No es aquí donde debo estar.
Suéltame que tus manos son ásperas y lastiman mi delicada y cansada piel.
No quiero que envejezca como la tuya, que se desquebraje y caiga al suelo para ser alimento de los que están allá abajo carcomiéndote los pies.
María Emilia Monutti
Asunción, 25 de noviembre de 2007.
¿ Te gustó este poema? Compártelo:
Poema publicado el 16 de Septiembre de 2010
Nada de lo que tengo merezco, no debería estar en donde me encuentro en este momento.
Caí en el lugar equivocado y hoy tengo que regresar.
Ruido mucho ruido, necesito ruido. No más silencios inoportunos llenos de secretos que me revuelven el estómago, provocándome una sensación de repugnancia y desagrado.
Iremos juntos, saldremos de aquí, quizá volvamos, quizá cambiemos, quizá mañana ya no estemos.
Espero encontrar eso que vine a buscar. Pero antes de llegar al cansancio, porque lo que viene después consumirá el resto de mi energía, convirtiéndola en esa droga que hace tiempo vengo buscando y no la puedo hallar.
Debajo de esa piedra blanca que aparece con insistencia en mis sueños será debajo de ella donde seguiremos los días que nos quedan.
Solo necesitamos del sol y del aire para respirar, o quizá no necesitemos respirar.
No me digas que me calle, que bastante callada me mantuvieron allá adentro.
Déjame ser lo que realmente soy y no lo que ellos quisieron que sea.
Decídete… ¿Me acompañas o no?
No necesito de tus lágrimas no me convencerás.
No es aquí donde debo estar.
Suéltame que tus manos son ásperas y lastiman mi delicada y cansada piel.
No quiero que envejezca como la tuya, que se desquebraje y caiga al suelo para ser alimento de los que están allá abajo carcomiéndote los pies.
María Emilia Monutti
Asunción, 25 de noviembre de 2007.
¿ Te gustó este poema? Compártelo:
Compartiendo el poema con tus amigos en facebook ayudas a la difusión de estas bellas creaciones poéticas y ayudas a dar a conocer a los poetas.