San francisco (ixhuatlán de madero, ver)
Poema publicado el 02 de Febrero de 2012
El ir y venir de gente con trémulas facciones, indeferente al sentimiento, a la vida; camina por las calles del prodigioso San Francisco, prodigioso... sí, por el cúmulo de gente; por todo aquél que sobrevive; lleno de niños con cara de hombre; expertos en escalar peñas escarpadas, jubilosos corren ignorantes de la bolsa, de la economía del país, de si Fidel esta de acuerdo o no sobre los cambios a la ley del Imss.
San Francisco,
entre montañas te encuentras,
ubicado en el mejor lugar,
lejos del pavimento y del gas.
Tus hombres, hombres de trabajo,
que por las tardes comparten con dicha el beber aquel liquido que locos los ha de volver.
San Francisco;
tus mujeres, mujeres entusiastas,
que producen los bebés,
aquellos que muy pronto vendran a ocupar el lugar, el lugar de "uno más".
En este punto en el que te encuentras ubicado,
en un mapa en el que tu eres el olvidado,
desgraciado por tus carencias y bendecido con indulgencias.
Por tus caminos reales, San Francisco, jubilosos salen los chicos a la gran ciudad, pensando encontrar el éxito que los hará libres.
y por esos mismos senderos,
entran aquellos que quieren liberarte del pozo en el que te encuentras sumergido.
¡Deja, San Francisco!
!liberarte, guiarte y enseñarte!
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Poema publicado el 02 de Febrero de 2012
El ir y venir de gente con trémulas facciones, indeferente al sentimiento, a la vida; camina por las calles del prodigioso San Francisco, prodigioso... sí, por el cúmulo de gente; por todo aquél que sobrevive; lleno de niños con cara de hombre; expertos en escalar peñas escarpadas, jubilosos corren ignorantes de la bolsa, de la economía del país, de si Fidel esta de acuerdo o no sobre los cambios a la ley del Imss.
San Francisco,
entre montañas te encuentras,
ubicado en el mejor lugar,
lejos del pavimento y del gas.
Tus hombres, hombres de trabajo,
que por las tardes comparten con dicha el beber aquel liquido que locos los ha de volver.
San Francisco;
tus mujeres, mujeres entusiastas,
que producen los bebés,
aquellos que muy pronto vendran a ocupar el lugar, el lugar de "uno más".
En este punto en el que te encuentras ubicado,
en un mapa en el que tu eres el olvidado,
desgraciado por tus carencias y bendecido con indulgencias.
Por tus caminos reales, San Francisco, jubilosos salen los chicos a la gran ciudad, pensando encontrar el éxito que los hará libres.
y por esos mismos senderos,
entran aquellos que quieren liberarte del pozo en el que te encuentras sumergido.
¡Deja, San Francisco!
!liberarte, guiarte y enseñarte!
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