El combate
Poema publicado el 05 de Septiembre de 2011
El cielo trasluciéndose en grises
se desploma desde sus propias sombras,
huracán que arrebata tu ira
cuando ya no puedes más.
El deseo se clava en una idea,
la huida a traves del desierto,
la huida hacia otro lugar.
En la ciudad colapsada escuchas
las risas estúpidas de la gente
que ignora el rostro de su propia muerte
reflejada en el cristal,
y siguen ahí,
chillando,
pitando,
insultandose;
El cielo cierra sus oídos entonces.
Siempre van con prisa a todas partes,
fumando,
empujando,
pisoteando
a los débiles.
Debe haber un mamantial,
donde beber en otra parte,
un espacio de silencio,
la fuerza de dos cuerpos abrazandose
en el aire.
Algo que el huracán no pueda llevarse.
Si.
La libertad es encontrar
esa tierra
donde no exista el combate.
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Poema publicado el 05 de Septiembre de 2011
El cielo trasluciéndose en grises
se desploma desde sus propias sombras,
huracán que arrebata tu ira
cuando ya no puedes más.
El deseo se clava en una idea,
la huida a traves del desierto,
la huida hacia otro lugar.
En la ciudad colapsada escuchas
las risas estúpidas de la gente
que ignora el rostro de su propia muerte
reflejada en el cristal,
y siguen ahí,
chillando,
pitando,
insultandose;
El cielo cierra sus oídos entonces.
Siempre van con prisa a todas partes,
fumando,
empujando,
pisoteando
a los débiles.
Debe haber un mamantial,
donde beber en otra parte,
un espacio de silencio,
la fuerza de dos cuerpos abrazandose
en el aire.
Algo que el huracán no pueda llevarse.
Si.
La libertad es encontrar
esa tierra
donde no exista el combate.
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