Carta en navidad a un todopoderoso
Poema publicado el 21 de Diciembre de 2019
CARTA A UN TODOPODEROSO
Ya que eres todopoderoso,
a ver si me concederá una audiencia,
o me llamas por teléfono,
o me abordas por la acera,
y le explicas a este ateo
por qué se crea mi rabia,
por qué me duele la sangre,
por qué no encuentro la calma.
Ya que eres todopoderoso
podrás decirme seguro
por qué permites que un cura
le robe la vida a un niño,
y por que aquel que levanta
hacia otro su cuchillo
tenga poder sobre la vida
sin que tenga tu castigo.
Podrás decirme seguro
si aquel que crea miseria,
que bebe sudor y sangre
habla contigo en la Iglesia.
Si te place que en Navidad
mientras muchos te adoran
muera mi hermano en las guerras
o se lo traguen las olas.
Seguro que podrás decirme
cuando al pobre pisotean,
de qué lado te pones,
en qué lado te encuentras,
que cada golpe de pecho
que algunos se dan en la Iglesia,
supone para otro humano
golpe en el pecho y miseria.
Lo que duele es que no veas,
y si ves, es que no sientas,
y si sientes, qué vergüenza
que ese odio no condenas.
Ya que eres todopoderoso,
cierra el cielo presuntuoso,
pon tu mano en las heridas
de los heridos de la tierra;
ya que eres todopoderoso
a ver si me concedes una audiencia,
que deseo hablar contigo
pa contarte muchas cosas.
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Poema publicado el 21 de Diciembre de 2019
CARTA A UN TODOPODEROSO
Ya que eres todopoderoso,
a ver si me concederá una audiencia,
o me llamas por teléfono,
o me abordas por la acera,
y le explicas a este ateo
por qué se crea mi rabia,
por qué me duele la sangre,
por qué no encuentro la calma.
Ya que eres todopoderoso
podrás decirme seguro
por qué permites que un cura
le robe la vida a un niño,
y por que aquel que levanta
hacia otro su cuchillo
tenga poder sobre la vida
sin que tenga tu castigo.
Podrás decirme seguro
si aquel que crea miseria,
que bebe sudor y sangre
habla contigo en la Iglesia.
Si te place que en Navidad
mientras muchos te adoran
muera mi hermano en las guerras
o se lo traguen las olas.
Seguro que podrás decirme
cuando al pobre pisotean,
de qué lado te pones,
en qué lado te encuentras,
que cada golpe de pecho
que algunos se dan en la Iglesia,
supone para otro humano
golpe en el pecho y miseria.
Lo que duele es que no veas,
y si ves, es que no sientas,
y si sientes, qué vergüenza
que ese odio no condenas.
Ya que eres todopoderoso,
cierra el cielo presuntuoso,
pon tu mano en las heridas
de los heridos de la tierra;
ya que eres todopoderoso
a ver si me concedes una audiencia,
que deseo hablar contigo
pa contarte muchas cosas.
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