Florencia.
Poema publicado el 14 de Diciembre de 2008
y el seguir de pie me cuesta trabajo,
recordando en todo tu nombre,
empapando mis labios de su dulce caricia,
respirando el oxigeno inherte de mi suspiro.
muriendo lento sobre la brevedad del instante,
momento que pasa rápido frente a mis ojos,
segundo que se pierde entre la infinidad de tu espiritu,
caricia robada a la inmortalidad de tu belleza.
musa de las cadenas encendidas, alma resplandeciente
en el ardor de las estrellas, niña y musa, hermosa porcelana
la que creo tu cuerpo y bellos los olivos de tus ojos,
ligeros los pies que te sostienen, livianos tus brazos al ritmo de las
cadenas, me recuerdas las guerras de antaño, batallas donde nunca regrese,
peleas que nunca supe ganadas pero tampoco supe perdidas, y siempre mi rodilla
antes de tocar el suelo se levantaba de súbito, gritos de guerra, deseos voraces consumidos
por el resplandor de la victoria, muerto el intento de algunos, vivo el deseo de otros, y a lo lejos el
sonido de tu voz, en mi mente el nombre de tu ser, la neblina cubriendo el espeso campo de batalla,
los gritos desgarrados de los moribundos implorando la muerte, y a lo lejos resplandece el sol de tu
mirada, solo tu silueta, unicamente una alucinación, escucho tu canto a lo lejos, veo el brillo de las
cadenas moverse rápidas por entre las tinieblas de este camino, observo como viaja la luz atraves
de la cortina, y escucho de nuevo tu canto, silueta menuda sobre los pies desnudos y ligeros de
una musa, y sin embargo eres solo un sueño, un angel etereo viajando ligera sobre el eter
de esta existencia, musa y niña, mujer y angel, y yo solo un guerrero bañado en sangre
de mil y un demonios, esperando la muerte, tratando de encontrarte entre la brevedad
del instante mientras un pajarillo sobrevuela la oscuridad de mi corazon, te tome,
niña, como la musa de la guerra, tanta paz en tu alma, pero un porque seguir
para este guerrero, que acostumbrado al dolor y al odio se encontro con la
imagen de sus recuerdos, vio de nuevo un momento en el tiempo que
regresara, vio en tus ojos de niña, el brillo de musa, cautivando
la memoria de este que te extraña, y de este que nunca tre dira que te...
Poema publicado el 14 de Diciembre de 2008
y el seguir de pie me cuesta trabajo,
recordando en todo tu nombre,
empapando mis labios de su dulce caricia,
respirando el oxigeno inherte de mi suspiro.
muriendo lento sobre la brevedad del instante,
momento que pasa rápido frente a mis ojos,
segundo que se pierde entre la infinidad de tu espiritu,
caricia robada a la inmortalidad de tu belleza.
musa de las cadenas encendidas, alma resplandeciente
en el ardor de las estrellas, niña y musa, hermosa porcelana
la que creo tu cuerpo y bellos los olivos de tus ojos,
ligeros los pies que te sostienen, livianos tus brazos al ritmo de las
cadenas, me recuerdas las guerras de antaño, batallas donde nunca regrese,
peleas que nunca supe ganadas pero tampoco supe perdidas, y siempre mi rodilla
antes de tocar el suelo se levantaba de súbito, gritos de guerra, deseos voraces consumidos
por el resplandor de la victoria, muerto el intento de algunos, vivo el deseo de otros, y a lo lejos el
sonido de tu voz, en mi mente el nombre de tu ser, la neblina cubriendo el espeso campo de batalla,
los gritos desgarrados de los moribundos implorando la muerte, y a lo lejos resplandece el sol de tu
mirada, solo tu silueta, unicamente una alucinación, escucho tu canto a lo lejos, veo el brillo de las
cadenas moverse rápidas por entre las tinieblas de este camino, observo como viaja la luz atraves
de la cortina, y escucho de nuevo tu canto, silueta menuda sobre los pies desnudos y ligeros de
una musa, y sin embargo eres solo un sueño, un angel etereo viajando ligera sobre el eter
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para este guerrero, que acostumbrado al dolor y al odio se encontro con la
imagen de sus recuerdos, vio de nuevo un momento en el tiempo que
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