El silencio de las voluntades
Poema publicado el 14 de Abril de 2016
Vivimos en silencio, hablamos pero callados,
en la era de la comunicación estamos más separados,
hablamos y hablamos pero al alma opacamos,
un sigilo existencial derrumba el reino de signos.
Miramos al cielo buscando respuestas y en cielo nos convertimos,
un cielo puro, vacío, insípido, el cielo de Dios.
Las distancias se hacen eternas aun estando muy cerca,
entonces lo humano se pierde, sólo queda el infinito,
el amor, el odio se transforman, la felicidad, el dolor, todo se transforma,
nace un sin sentido que se pierde en la lejanía.
Una diáspora de mundos nos pasa en caravana, se ríe y continúa su viaje,
pero el cosmos es bueno y confía en nosotros,
nos da una chance más, ella cae de un árbol a nuestros pies,
que amanece con nosotros al salir el sol,
la llevan los pájaros en sus largas travesías,
que nos toca, y por un instante nos llena el alma,
y ahí en el umbral entre la nada y el todo nos destruimos en mil pedazos.
Quedamos tirados hasta que un viento supo llevarnos.
Todo ha cambiado, y del infinito ya somos parte,
ya no hay nada a que aferrarse,
el mundo se convirtió en instante,
y me pregunto: ¿Qué es la vida sino un instante?
Luna tras luna el cuervo susurra: un infinito instante.
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Poema publicado el 14 de Abril de 2016
Vivimos en silencio, hablamos pero callados,
en la era de la comunicación estamos más separados,
hablamos y hablamos pero al alma opacamos,
un sigilo existencial derrumba el reino de signos.
Miramos al cielo buscando respuestas y en cielo nos convertimos,
un cielo puro, vacío, insípido, el cielo de Dios.
Las distancias se hacen eternas aun estando muy cerca,
entonces lo humano se pierde, sólo queda el infinito,
el amor, el odio se transforman, la felicidad, el dolor, todo se transforma,
nace un sin sentido que se pierde en la lejanía.
Una diáspora de mundos nos pasa en caravana, se ríe y continúa su viaje,
pero el cosmos es bueno y confía en nosotros,
nos da una chance más, ella cae de un árbol a nuestros pies,
que amanece con nosotros al salir el sol,
la llevan los pájaros en sus largas travesías,
que nos toca, y por un instante nos llena el alma,
y ahí en el umbral entre la nada y el todo nos destruimos en mil pedazos.
Quedamos tirados hasta que un viento supo llevarnos.
Todo ha cambiado, y del infinito ya somos parte,
ya no hay nada a que aferrarse,
el mundo se convirtió en instante,
y me pregunto: ¿Qué es la vida sino un instante?
Luna tras luna el cuervo susurra: un infinito instante.
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