La espera
Poema publicado el 07 de Junio de 2015
Te he esperado desde el sonido de tu voz en mis oídos por primera vez,
desde nuestro cruce de miradas accidental,
de ti desinteresado y habitual.
Te he pensado desde nuestro primer “hola”,
mi primer “hola”
y el tuyo de tantos.
Me he sentado y recostado,
levantado y caminado,
viajado en el tiempo y regresado,
pero tú no llegas.
Te he soñado tantas veces
que ya me cuesta distinguir
el sueño de la ilusión
y aun así te sigo esperando.
A veces pienso que eres tú quien me espera,
me gusta vacilar con mi memoria
y hacerle creer que piensas en mí;
pero no he encontrado el momento de buscarte,
de salir y de gritarte que estoy aquí,
Que no me esperes más porque estoy a tu lado,
porque siempre he estado a tu lado;
eso me gusta creer y recordar cada vez que te pienso.
Es que tengo tantas ganas de quererte,
que tú me quieras también;
de hablarte al oído y ser tu oído en los momentos,
esos que tú necesites de mí.
Te confieso que no me cuesta nada olvidarte,
pero no lo decido así;
ni siquiera he decidido yo,
eso es lo que más coraje me da,
lo ha hecho el corazón que llevo para ti,
o más bien, el corazón mío
que no sabes que llevas tú
desde tu voz en mis oídos por primera vez.
No quiero dejar de decirte que aquí estoy,
si necesitas hablar, llorar, amar,
quererme, como yo a ti.
Porque te he estado esperando desde que nací,
porque he nacido para esperarte
o para luchar contra la espera que me separa de poder decir:
te he esperado desde que te vi.
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Poema publicado el 07 de Junio de 2015
Te he esperado desde el sonido de tu voz en mis oídos por primera vez,
desde nuestro cruce de miradas accidental,
de ti desinteresado y habitual.
Te he pensado desde nuestro primer “hola”,
mi primer “hola”
y el tuyo de tantos.
Me he sentado y recostado,
levantado y caminado,
viajado en el tiempo y regresado,
pero tú no llegas.
Te he soñado tantas veces
que ya me cuesta distinguir
el sueño de la ilusión
y aun así te sigo esperando.
A veces pienso que eres tú quien me espera,
me gusta vacilar con mi memoria
y hacerle creer que piensas en mí;
pero no he encontrado el momento de buscarte,
de salir y de gritarte que estoy aquí,
Que no me esperes más porque estoy a tu lado,
porque siempre he estado a tu lado;
eso me gusta creer y recordar cada vez que te pienso.
Es que tengo tantas ganas de quererte,
que tú me quieras también;
de hablarte al oído y ser tu oído en los momentos,
esos que tú necesites de mí.
Te confieso que no me cuesta nada olvidarte,
pero no lo decido así;
ni siquiera he decidido yo,
eso es lo que más coraje me da,
lo ha hecho el corazón que llevo para ti,
o más bien, el corazón mío
que no sabes que llevas tú
desde tu voz en mis oídos por primera vez.
No quiero dejar de decirte que aquí estoy,
si necesitas hablar, llorar, amar,
quererme, como yo a ti.
Porque te he estado esperando desde que nací,
porque he nacido para esperarte
o para luchar contra la espera que me separa de poder decir:
te he esperado desde que te vi.
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