ácida
Poema publicado el 29 de Junio de 2016
ÁCIDA
Oh Dios mío! Llevo dos días y parece un año.
Tanta desolación, que cada vez me pongo más ácida.
Ya no quiero que mi vida se trate sólo de sobrevivir.
No sé por qué tengo la sensación que será por tiempo breve.
Qué lástima que no conteste el teléfono,
Qué lástima porque necesito tu atención.
Es inmenso y ajeno lo que palpo al llegar a casa.
Es absurdo, quiero que el tiempo pase.
No quiero más anécdotas, ni historias vagas, con personajes intrascendentes
Ya la vida no está para eso,
No está sólo para luchar por luchar.
La vida nos exige más cada vez más para ser felices.
Y yo no pido tanto,
Pido poco.
Ese poco que otros derrochan.
Ese poco al que otros no le dan ni la más mínima importancia.
Insisto, qué lástima que no contestes el teléfono, que de toda esta agonía tú eres mi único regocijo.
Ya es noche, incluso cayeron unas gotas de lluvia, no como la lluvia tranquila y quieta con la que sueño o solemos soñar despiertos. No, esta lluvia era con rabia, como si el cielo supiera la ira que tengo.
De nuevo, pienso, que lástima que no contestes el teléfono….imagino que lo haces a propósito, imagino que duermes, también pienso que me has dejado y que jamás me vas a volver a contestar y que de pronto iré a tu departamento y no haya nadie, que golpee y me digan que nunca vivió Cristian ahí, que los conserjes no me conocen.
De pronto suena la campanilla del wasap, veo que eres tú, dices que se te ha pasado el tiempo.
Espero que no se te pase la vida, pienso.
Idealmente, pienso en una llamada, pero sé que hoy no sucederá.
Me siento como en el comienzo ácida.
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Poema publicado el 29 de Junio de 2016
ÁCIDA
Oh Dios mío! Llevo dos días y parece un año.
Tanta desolación, que cada vez me pongo más ácida.
Ya no quiero que mi vida se trate sólo de sobrevivir.
No sé por qué tengo la sensación que será por tiempo breve.
Qué lástima que no conteste el teléfono,
Qué lástima porque necesito tu atención.
Es inmenso y ajeno lo que palpo al llegar a casa.
Es absurdo, quiero que el tiempo pase.
No quiero más anécdotas, ni historias vagas, con personajes intrascendentes
Ya la vida no está para eso,
No está sólo para luchar por luchar.
La vida nos exige más cada vez más para ser felices.
Y yo no pido tanto,
Pido poco.
Ese poco que otros derrochan.
Ese poco al que otros no le dan ni la más mínima importancia.
Insisto, qué lástima que no contestes el teléfono, que de toda esta agonía tú eres mi único regocijo.
Ya es noche, incluso cayeron unas gotas de lluvia, no como la lluvia tranquila y quieta con la que sueño o solemos soñar despiertos. No, esta lluvia era con rabia, como si el cielo supiera la ira que tengo.
De nuevo, pienso, que lástima que no contestes el teléfono….imagino que lo haces a propósito, imagino que duermes, también pienso que me has dejado y que jamás me vas a volver a contestar y que de pronto iré a tu departamento y no haya nadie, que golpee y me digan que nunca vivió Cristian ahí, que los conserjes no me conocen.
De pronto suena la campanilla del wasap, veo que eres tú, dices que se te ha pasado el tiempo.
Espero que no se te pase la vida, pienso.
Idealmente, pienso en una llamada, pero sé que hoy no sucederá.
Me siento como en el comienzo ácida.
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