Amanecer
Poema publicado el 16 de Diciembre de 2010
Amanecer
N€nf@
Buscar al alma en lo remoto y con encomiables ansías
en esos fulgurantes rayos, hundir obstinados los deseos
dorado rito del amanecer,… nos despierta y nos conduce
en acordes luminosos, por caminos de impensados sueños.
Marcándose a dúo nuestros pasos, sobre la fina arena
manifestándose, las suaves olas en bella sinfonía
y policromas notas pintadas por la de la espuma,
contándole al amanecer nuestra peculiar vigilia.
Esa noche escondidos vivimos, insomnio, pasión y lascivia
gimiendo, estrujando los labios, jugando cuerpo a cuerpo
bordando ilusiones, dando concepción al amor y al sexo
entre lecho improvisado, de conchas y algas marinas.
Amanece y vagamos cansados al borde de la playa
viendo salir el sol, rey de la eterna policromía
sintiendo a nuestro paso, el elocuente llamado
del fresco aire del mar, del amor, y de la vida.
Mirándonos con honda ternura y aferrados de manos
sintiéndonos dueños del espacio, y con firme osadía
escrutando al sol que nace luminoso entre los peñascos
decretamos;… ser dueños de nuestras almas, y vidas.
Rey perpetuo ese sol nítido, brillante e imponente
surgiendo desde el fondo del impreciso horizonte
brotando en toda su magnificencia, iluminado el mar
comulgando con los elementos, nos unió para toda la vida.
Nancy B. Fuentes
N€nf@
reg_AGADU
81174_345
Uruguay
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Poema publicado el 16 de Diciembre de 2010
Amanecer
N€nf@
Buscar al alma en lo remoto y con encomiables ansías
en esos fulgurantes rayos, hundir obstinados los deseos
dorado rito del amanecer,… nos despierta y nos conduce
en acordes luminosos, por caminos de impensados sueños.
Marcándose a dúo nuestros pasos, sobre la fina arena
manifestándose, las suaves olas en bella sinfonía
y policromas notas pintadas por la de la espuma,
contándole al amanecer nuestra peculiar vigilia.
Esa noche escondidos vivimos, insomnio, pasión y lascivia
gimiendo, estrujando los labios, jugando cuerpo a cuerpo
bordando ilusiones, dando concepción al amor y al sexo
entre lecho improvisado, de conchas y algas marinas.
Amanece y vagamos cansados al borde de la playa
viendo salir el sol, rey de la eterna policromía
sintiendo a nuestro paso, el elocuente llamado
del fresco aire del mar, del amor, y de la vida.
Mirándonos con honda ternura y aferrados de manos
sintiéndonos dueños del espacio, y con firme osadía
escrutando al sol que nace luminoso entre los peñascos
decretamos;… ser dueños de nuestras almas, y vidas.
Rey perpetuo ese sol nítido, brillante e imponente
surgiendo desde el fondo del impreciso horizonte
brotando en toda su magnificencia, iluminado el mar
comulgando con los elementos, nos unió para toda la vida.
Nancy B. Fuentes
N€nf@
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