Enviadas a lora
Poema publicado el 27 de Agosto de 2015
ENVIADAS A LORA
Hace 130 años
llegaron a este pueblo,
las Hermanas Mercedarias
junto a Juan Nepomuceno.
Enamoradas de Cristo,
con caridad redentora,
llegaron las Mercedarias
a este pueblo de Lora.
Se entregaron por entero
a ancianos, niños, enfermos,
haciendo ofrenda de vida,
proclamando el Evangelio.
Han sido mucho los años
de entrega, esfuerzo, trabajo,
y muchas las mercedarias
que aquí, su huella, dejaron.
Junto al anciano desvalido,
compartiendo el mismo techo,
las hermanas viven, oran,
y se entregan por entero.
Con experiencia y cuidados
atendieron al enfermo,
curándoles las heridas,
de su alma y de su cuerpo.
Las Mercedarias trabajan
con niños y adolescentes,
ofreciéndoles a Cristo,
mas valores y saberes.
Nuestro Carisma es amor,
es caridad y servicio,
hecho realidad y vida
junto al anciano y al niño.
Las Mercedarias vivimos
encarnadas en el pueblo,
participando y sintiendo
lo suyo como algo nuestro.
Apoyadas en la Roca
que es Cristo Redentor,
seguimos sembrando vida,
liberando por amor.
Esperamos que sean muchos
los años de caridad,
de entrega y de servicio,
que Dios nos permita estar.
P.L.
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Poema publicado el 27 de Agosto de 2015
ENVIADAS A LORA
Hace 130 años
llegaron a este pueblo,
las Hermanas Mercedarias
junto a Juan Nepomuceno.
Enamoradas de Cristo,
con caridad redentora,
llegaron las Mercedarias
a este pueblo de Lora.
Se entregaron por entero
a ancianos, niños, enfermos,
haciendo ofrenda de vida,
proclamando el Evangelio.
Han sido mucho los años
de entrega, esfuerzo, trabajo,
y muchas las mercedarias
que aquí, su huella, dejaron.
Junto al anciano desvalido,
compartiendo el mismo techo,
las hermanas viven, oran,
y se entregan por entero.
Con experiencia y cuidados
atendieron al enfermo,
curándoles las heridas,
de su alma y de su cuerpo.
Las Mercedarias trabajan
con niños y adolescentes,
ofreciéndoles a Cristo,
mas valores y saberes.
Nuestro Carisma es amor,
es caridad y servicio,
hecho realidad y vida
junto al anciano y al niño.
Las Mercedarias vivimos
encarnadas en el pueblo,
participando y sintiendo
lo suyo como algo nuestro.
Apoyadas en la Roca
que es Cristo Redentor,
seguimos sembrando vida,
liberando por amor.
Esperamos que sean muchos
los años de caridad,
de entrega y de servicio,
que Dios nos permita estar.
P.L.
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