Poema iii
Poema publicado el 30 de Abril de 2010
¡Rojizas tinieblas, las negras luces
y los ojos oscuros! Yace, faro
ausente, la noche del desamparo
-como mi vida-, mártires en las cruces
por propia voluntad. ¡Ay, mortal luces
en la pena que me diste, sin reparo
de la herida de mi ser! Si separo
mi sangre para sólo beber duces
llantos, ¿admitirá mi corazón
queja alguna? ¿Llorando seguirá?
Me perderé en el infierno, daré
mi ser inútilmente: ahí estará
la ausencia de tu querer; seguiré
siendo cautivo... ¡Oh, arráncame el corazón y mátame ya...!
Quemado Baroja.
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Poema publicado el 30 de Abril de 2010
¡Rojizas tinieblas, las negras luces
y los ojos oscuros! Yace, faro
ausente, la noche del desamparo
-como mi vida-, mártires en las cruces
por propia voluntad. ¡Ay, mortal luces
en la pena que me diste, sin reparo
de la herida de mi ser! Si separo
mi sangre para sólo beber duces
llantos, ¿admitirá mi corazón
queja alguna? ¿Llorando seguirá?
Me perderé en el infierno, daré
mi ser inútilmente: ahí estará
la ausencia de tu querer; seguiré
siendo cautivo... ¡Oh, arráncame el corazón y mátame ya...!
Quemado Baroja.
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