Oraciones de las muchachas a marÃa
Poema publicado el 10 de Noviembre de 2008
Haz que algo nos ocurra. Mira
cómo hacia la vida temblamos.
Y queremos alzarnos como
un resplandor y una canción.
QuerÃas ser como las otras,
que en el frescor se visten, tÃmidas;
tu alma querÃa que sus cantos
cansados de muchacha, en seda
florecieran hasta las lindes
de la vida. Pero en lo hondo
de lo enfermo tuyo, una fuerza
osó echar pámpanos: brillaron
soles, y se hundieron semillas,
y lo volviste como el vino.
Y ahora estás tú, dulce y saciada
como tarde, en nosotras todas;
y sentimos cómo caemos
y nos dejas sin brillo a todas...
Mira, son tan estrechos nuestros
dÃas, y temeroso el cuarto .
de la noche; todas deseamos
desmañadas, la rosa roja.
Debes sernos suave, MarÃa,
florecemos desde lo sangre,
tú sola puedes sabe cómo
el anhelo hace tanto daño;
tú misma has percibido este
dolor de doncella en el alma;
tiene un tacto como de nieve
navideña pero está ardiendo...
De tantas cosas, nos quedó el sentido:
precisamente de lo suave y tierno
hemos sacado un poco de saber;
como de un secreto jardÃn,
como de un almohadón de seda,
que se nos ha metido bajo el sueño,
o de algo, que nos quiere
con ternura desconcertante...
Poema publicado el 10 de Noviembre de 2008
Haz que algo nos ocurra. Mira
cómo hacia la vida temblamos.
Y queremos alzarnos como
un resplandor y una canción.
QuerÃas ser como las otras,
que en el frescor se visten, tÃmidas;
tu alma querÃa que sus cantos
cansados de muchacha, en seda
florecieran hasta las lindes
de la vida. Pero en lo hondo
de lo enfermo tuyo, una fuerza
osó echar pámpanos: brillaron
soles, y se hundieron semillas,
y lo volviste como el vino.
Y ahora estás tú, dulce y saciada
como tarde, en nosotras todas;
y sentimos cómo caemos
y nos dejas sin brillo a todas...
Mira, son tan estrechos nuestros
dÃas, y temeroso el cuarto .
de la noche; todas deseamos
desmañadas, la rosa roja.
Debes sernos suave, MarÃa,
florecemos desde lo sangre,
tú sola puedes sabe cómo
el anhelo hace tanto daño;
tú misma has percibido este
dolor de doncella en el alma;
tiene un tacto como de nieve
navideña pero está ardiendo...
De tantas cosas, nos quedó el sentido:
precisamente de lo suave y tierno
hemos sacado un poco de saber;
como de un secreto jardÃn,
como de un almohadón de seda,
que se nos ha metido bajo el sueño,
o de algo, que nos quiere
con ternura desconcertante...
¿Pudiera decirnos en que categorÃa ubicarÃa este poema?
Amor
Amistad
Familia
Poemas de Cumpleaños
Poemas de San ValentÃn o
DÃa de los Enamorados
Poemas del DÃa de la Mujer
Poemas del DÃa de las Madres
Poemas del DÃa de los Padres
Poemas de Navidad
Poemas de Halloween
Infantiles
Perdón
Religiosos
Tristeza y Dolor
Desamor
Otra CategorÃa
¿ Te gustó este poema? Compártelo: Amor
Amistad
Familia
Poemas de Cumpleaños
Poemas de San ValentÃn o
DÃa de los Enamorados
Poemas del DÃa de la Mujer
Poemas del DÃa de las Madres
Poemas del DÃa de los Padres
Poemas de Navidad
Poemas de Halloween
Infantiles
Perdón
Religiosos
Tristeza y Dolor
Desamor
Otra CategorÃa
Compartiendo el poema con tus amigos en facebook ayudas a la difusión de estas bellas creaciones poéticas y ayudas a dar a conocer a los poetas.