El ardor de aquella espina
Poema publicado el 02 de Abril de 2013
EL ARDOR DE AQUELLA ESPINA
Me esforcé demasiado
En el camino prohibido,
la espina ensanchada
Con cubierta y estilo.
Rasgo el cubil de mi amada
Sin pena ni tino,
Desolando la piel
Arrugada y sin brillo.
El sol, naciente
Con el rayo repentino,
Se poso en el cuerpo
Y sonrojo el edema que era amarillo.
Creando el cumulo viajero
De la ampolla y el signo,
Aquel impreso
Que viaja como el vino.
A la velocidad del rayo
Del rayo repentino,
Unido al dolor el corcel de dunas
Hace el viaje arrepentido.
Mirando al cielo a ver
Si el inicuo se ha ido,
Y poner la esquirla
en el sitio prohibido.
Eliminando el dolor
Que la piel ha humedecido,
Sanando la herida
Del mal acaecido.
Hasta la llegada del padre
Creador del mundo infinito,
Cerrando por siempre
Este mundo o algo parecido,
Para cumplir el recado
Que hemos prometido.
Creado por Ruben Perez el 02-04-2013
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Poema publicado el 02 de Abril de 2013
EL ARDOR DE AQUELLA ESPINA
Me esforcé demasiado
En el camino prohibido,
la espina ensanchada
Con cubierta y estilo.
Rasgo el cubil de mi amada
Sin pena ni tino,
Desolando la piel
Arrugada y sin brillo.
El sol, naciente
Con el rayo repentino,
Se poso en el cuerpo
Y sonrojo el edema que era amarillo.
Creando el cumulo viajero
De la ampolla y el signo,
Aquel impreso
Que viaja como el vino.
A la velocidad del rayo
Del rayo repentino,
Unido al dolor el corcel de dunas
Hace el viaje arrepentido.
Mirando al cielo a ver
Si el inicuo se ha ido,
Y poner la esquirla
en el sitio prohibido.
Eliminando el dolor
Que la piel ha humedecido,
Sanando la herida
Del mal acaecido.
Hasta la llegada del padre
Creador del mundo infinito,
Cerrando por siempre
Este mundo o algo parecido,
Para cumplir el recado
Que hemos prometido.
Creado por Ruben Perez el 02-04-2013
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