Viajando al infinito
Poema publicado el 21 de Enero de 2011
Viajando al infinito,
Nuevas cosas traeré,
Para alegrar a la mujer,
Que alegra mi vida.
Dejar el retoño,
En tu vientre germinar,
Verle crecer,
Y gozar con su caminar.
Evolucionan mis sentimientos,
Es tu razon de ser,
Es tu hijo mujer,
Cuídalo cual mandamiento,
.
Vueltas yo daré,
En el huerto sembrare,
Aquellas rosas,
Para que puedas comprender.
Lo hermosas que son,
El aroma que destilan,
Me penetran el alma
Y confunden mi vida.
Me compenetro con ellas,
Al tocarlas me entienden,
Su aroma suelta,
Y a mi olfato entretienen.
Mira lo que viene,
Después de sembrarlas,
Ese hijo que tienes
Y debe adorarlas.
Una adoración santa
No pido,
Lo que pido,
Es cuidarlas.
Esa sera nuestro secreto,
Para el mundo venir,
No vayan a decir,
Lo impongo al momento.
No es cuento,
Por ellas vivo,
Mi inspiración da,
A Todo lo que aquí escribo,
Surca el vergel,
El nombre le podrás,
Le pondrás Raquel,
El mismo nombre que a tu hija darás.
Y para terminar, roguémosle a dios,
No se vayan a marchitar,
El vergel y tu amor,
Y para siempre,
Viviremos los dos.
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Poema publicado el 21 de Enero de 2011
Viajando al infinito,
Nuevas cosas traeré,
Para alegrar a la mujer,
Que alegra mi vida.
Dejar el retoño,
En tu vientre germinar,
Verle crecer,
Y gozar con su caminar.
Evolucionan mis sentimientos,
Es tu razon de ser,
Es tu hijo mujer,
Cuídalo cual mandamiento,
.
Vueltas yo daré,
En el huerto sembrare,
Aquellas rosas,
Para que puedas comprender.
Lo hermosas que son,
El aroma que destilan,
Me penetran el alma
Y confunden mi vida.
Me compenetro con ellas,
Al tocarlas me entienden,
Su aroma suelta,
Y a mi olfato entretienen.
Mira lo que viene,
Después de sembrarlas,
Ese hijo que tienes
Y debe adorarlas.
Una adoración santa
No pido,
Lo que pido,
Es cuidarlas.
Esa sera nuestro secreto,
Para el mundo venir,
No vayan a decir,
Lo impongo al momento.
No es cuento,
Por ellas vivo,
Mi inspiración da,
A Todo lo que aquí escribo,
Surca el vergel,
El nombre le podrás,
Le pondrás Raquel,
El mismo nombre que a tu hija darás.
Y para terminar, roguémosle a dios,
No se vayan a marchitar,
El vergel y tu amor,
Y para siempre,
Viviremos los dos.
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