Vainilla y diablo
Poema publicado el 01 de Febrero de 2010
Que me han dicho tanto
o tan poco y tanto
El hombre, o yo, soy una máquina de torturas
el almacén de miseria
una alacena de maldiciones
Sé que no estoy cuerdo
pero tampoco estoy tan loco
Que loco, pérfido y decepcionante
me volví y me devolví
Y que no soy aquel buen hombre
ni aquel perfecto ni mucho menos
que estoy abarrotado de soledad
Pero no es que sea soledad
y es que sólo soy inconforme
Que siempre decepciono
y me decepciono
(que si la bala o la pastilla
o la hojilla o los 11 pisos)
Yo no entiendo la realidad
y mi realidad es peor
que ahora no sé decir donde quiero vivir
El olfato que no huele y la piel que no toca
que estoy muerto en vida
que soy inconforme
Que no me entiendo a mí mismo
y tiendo a prometer demasiado
¿Y me he prometido algo a mí mismo?
Y si lo he hecho ¿acaso lo he cumplido?
A veces me da igual el piano o el talco
A veces, todo, simplemente, me viene
me va, se me devuelve ¿y qué?
Ya no entiendo la piel
ya no entiendo los ojos
ya no entiendo la voz
ni el oído ni el gusto ni la garganta
ni el papel ni el frío ni las nubes
ni a mí ni a ninguno
ni la soledad ni el amor ni la espina
Ya no entiendo, ni el helado
ni la música, ni la poesía
No me entiendo, y no te puedo entender
O la noche o la niebla
ya todo sabe a cal
y llevo años mordiendo el cemento
No entiendo ni el amor ni el odio
Ni el sxo ni la pubertad
No te entiendo a ti ni a mí
No comprendo los dedos ni las marcas
ni los pies ni los músculos
Ni la droga ni el alcohol
¿Qué debería entender?
Si a mí si a ti si a mí
Y ahora entiendo mi alma
y es de las que no sabe entender
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Poema publicado el 01 de Febrero de 2010
Que me han dicho tanto
o tan poco y tanto
El hombre, o yo, soy una máquina de torturas
el almacén de miseria
una alacena de maldiciones
Sé que no estoy cuerdo
pero tampoco estoy tan loco
Que loco, pérfido y decepcionante
me volví y me devolví
Y que no soy aquel buen hombre
ni aquel perfecto ni mucho menos
que estoy abarrotado de soledad
Pero no es que sea soledad
y es que sólo soy inconforme
Que siempre decepciono
y me decepciono
(que si la bala o la pastilla
o la hojilla o los 11 pisos)
Yo no entiendo la realidad
y mi realidad es peor
que ahora no sé decir donde quiero vivir
El olfato que no huele y la piel que no toca
que estoy muerto en vida
que soy inconforme
Que no me entiendo a mí mismo
y tiendo a prometer demasiado
¿Y me he prometido algo a mí mismo?
Y si lo he hecho ¿acaso lo he cumplido?
A veces me da igual el piano o el talco
A veces, todo, simplemente, me viene
me va, se me devuelve ¿y qué?
Ya no entiendo la piel
ya no entiendo los ojos
ya no entiendo la voz
ni el oído ni el gusto ni la garganta
ni el papel ni el frío ni las nubes
ni a mí ni a ninguno
ni la soledad ni el amor ni la espina
Ya no entiendo, ni el helado
ni la música, ni la poesía
No me entiendo, y no te puedo entender
O la noche o la niebla
ya todo sabe a cal
y llevo años mordiendo el cemento
No entiendo ni el amor ni el odio
Ni el sxo ni la pubertad
No te entiendo a ti ni a mí
No comprendo los dedos ni las marcas
ni los pies ni los músculos
Ni la droga ni el alcohol
¿Qué debería entender?
Si a mí si a ti si a mí
Y ahora entiendo mi alma
y es de las que no sabe entender
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